Centenares de restauradores han protestado este mediodía en la plaza Sant Jaume de Barcelona por el cierre de bares y restaurantes durante 15 días anunciado por el Govern. Armados con ollas que han hecho sonar, y más de uno vestido de cocinero, han gritado proclamas como "no al cierre" o "quiero trabajar".
Muchos de los concentrados han exhibido carteles con mensajes como La hostelería no es el problema, Estáis cavando nuestra tumba o Ayudas al cierre o esto acabará mal. Después, los manifestantes se han dirigido hacia Via Laietana, donde han cortado el tráfico.
INDIGNACIÓN DEL SECTOR
El Director del Gremi de Restauració de Barcelona, Roger Pallarols, ha indicado que lo que se está viviendo hoy es "la muestra de la indignación del sector" por la "desproporcionada, errónea, injusta y criminalizadora decisión de la Generalitat hacia el sector de la restauración".
Es por ello, que el gremio ha decidido impugnar el cierre forzoso ante la justicia. “Ya hemos interpuesto un contencioso administrativo y hemos pedido medidas cautelares que el juez tendrá que resolver en 48 horas”, ha apuntado Pallarols en declaraciones a la prensa.
En ese sentido, el presidente del gremio ha señalado que con su respuesta a la crisis, la Generalitat envía ‘9.000 empresas de restauración al cierre de ingresos, pero manteniendo los gastos”. También ha añadido que manda “80.000 trabajadores a un ERTO, a la espera de que la seguridad social les pague a tiempo, cuando todos sabemos las dificultades que ha habido recientemente para pagarlos”. Por todo ello, sentencia que “la Generalitat se ha equivocado y debe rectificar de forma inmediata”.
Así lo cree también la dueña del pequeño restaurante de Gràcia La Perillosa, Maria José Sánhez. “Me manifiesto por el cierre y las pocas ayudas que proponen. En mi caso, si el cierre se alarga más de 15 días no podré aguantar”, apunta.
PÉRDIDAS DE 780 MILLONES
En ese sentido, Antonio Cañete, Secretario General de la Pequeña y Mediana Empresa de Cataluña (PIMEC), señala que “el cierre de bares y restaurantes supondrá pérdidas de hasta 780 millones de euros para el sector”. Asimismo, explica que los 40 millones de euros que el Govern destinará a paliar la situación, solo representan “el 5% de las pérdidas”, por lo que las considera insuficientes.
En la misma línea, ha señalado que si se tienen en cuenta otros sectores afectados o aquellos a quienes las medidas afectan indirectamente, las pérdidas se podrían multiplicar.
Así lo cree también la dueña del pequeño restaurante de Gràcia La Perillosa, Maria José Sánhez. “Me manifiesto por el cierre y las pocas ayudas que proponen. En mi caso, si el cierre se alarga más de 15 días no podré aguantar”, apunta.
MÁS SECTORES INDIGNADOS
Por este motivo, el gremio de la restauración no es el único que ha secundado la protesta. Otros sectores afectados como el del ocio nocturno también han hecho acto de presencia. Los trabajadores del sector han exhibido pancartas con mensajes como los jóvenes tienen derecho a un ocio seguro o la culpa no es del cha-cha-chá, es de la autoridad.
Un trabajador del karaoke Viva Voz de Barcelona, Jonathan Gallarmín, apunta que protesta porque no puede trabajar desde marzo: “Si hemos estado desde marzo sin abrir, no somos los culpables del contagio”, dice.
Este es otro de los sectores notablemente indignado, después de que recientemente el Govern anunciase la reapertura de discotecas y se echara atrás poco tiempo después.