La firma Deloitte ha revisado los estados financieros de Petromiralles y estampa en su informe una salvedad que recorta drásticamente las ganancias declaradas por la petrolera en 2019.
Según la auditoría, la valoración de las existencias de carburante no se ajusta al marco normativo vigente, dado que el valor neto de realización es inferior al coste de adquisición con el que figuran registradas en el balance. La empresa no ha realizado provisión alguna para cubrir la diferencia.
RESULTADOS
Petromiralles contabilizó el año pasado un superávit de 2,8 millones, pero según el censor de las cuentas esa cantidad ha de disminuirse en 2,2 millones por la circunstancia descrita. En consecuencia, el beneficio se limitó realmente a 600.000 euros.
Así, pues, si nos atenemos al criterio del auditor, tres cuartas partes del excedente que se lució en 2019 se han convertido en humo.
CIFRA DE NEGOCIO
Petromiralles, distribuidora de carburantes de capital familiar, es un pequeño gigante. Su sede radica en el municipio de Santa Maria de Miralles (Barcelona), de 126 habitantes.
El año pasado giró 502 millones, con una caída del 17%. La empresa atribuye el retroceso a la poda que el precio de los hidrocarburos experimentó en el curso del ejercicio.
EJERCICIO SOMBRÍO
Petromiralles llegó a rozar los 1.400 millones de facturación en 2012. Desde aquella cima, los ingresos han flexionado un 63%.
En este turbulento 2020 difícilmente alcanzará el registro de 2019. En el periodo marzo-junio la actividad de sus estaciones de servicio se resintió, si bien en la segunda mitad del año ha vivido una cierta normalidad. En todo caso, la dirección de la casa espera una notable contracción del negocio.
ESCAMOTEOS FISCALES
Grupo Petromiralles comprende siete empresas, tras liquidar una filial que poseía en Suiza. La firma acumula un patrimonio neto de 42 millones y emplea a 200 personas. Su red incluye unas 65 gasolineras, 15 de ellas propias y el resto abanderadas.
Este grupo gasolinero tiene dos administradores, los hermanos Josep Maria y Pere Torrens Ferrer, que a la vez son los dueños absolutos del 100% del capital.
El primero de ellos fue condenado el año pasado por la Audiencia Nacional a 18 meses de cárcel por defraudar a Hacienda casi 6 millones del IVA. Pere Torrens, que también estaba procesado, resultó absuelto. Ambos siguen al frente de la empresa.