Simón Pedro Barceló, copresidente del Grupo Barceló, ha cargado contra la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, por la subida de la tasa turística. “Si la sociedad quiere turismo apoyará a políticos que quieran turismo y si la sociedad no quiere turismo apoyará a la señora Colau, que acaba de incrementar la tasa cuando no hay turistas”, ha señalado el empresario en el marco de la jornada Prensa y poder. Empresariado ante la primera industria nacional: el turismo.

LA RECUPERACIÓN ECONÓMICA PASA POR EL TURISMO

El miembro de Grupo Barceló ha apuntado que la decisión del consistorio barcelonés es “extraordinariamente negativa” y ha lanzado una advertencia a la sociedad española y a las múltiples fuerzas políticas: “Cuando la actividad se recupere, al mundo no le pasará nada si España deja de recibir 85 millones de turistas internacionales, pero a España le pasará mucho, y no bueno, si no recuperamos ese nivel de actividad. No puede haber recuperación económica y social en nuestro país sin turismo. España lo tiene todo para seguir siendo una historia de éxito pero depende de nosotros”, ha zanjado.

Pedro Barceló ha sido uno de los pocos hoteleros que se ha atrevido a cargar abiertamente contra la alcaldesa de Barcelona. En general, en el sector hay miedo a pronunciamientos políticos. 

El copresidente del Grupo Barceló, Simón Pedro Barceló



TASA TURÍSTICA

A finales de mayo el presidente del Gremi d’Hotels de Barcelona, Jordi Mestre, también acusó al Ayuntamiento de “poca empatía” hacia el sector por el recargo del impuesto turístico.

El representante de los hoteleros barceloneses aseguró que veía “incoherente” que, teniendo en cuenta el impacto de la pandemia en el sector, se aplique este recargo, aunque sea el cliente quien lo tenga que pagar, porque "cualquier medida que perjudique la competitividad" en relación con otros destinos, les perjudicará indirectamente.

DESPLOME DE PRECIOS

El representante de los hoteleros barceloneses recordó hace dos meses que solamente el 38% de los establecimientos están abiertos en Barcelona, con una ocupación media del 30%, algo que ha provocado que se desplomen los precios entre un 50% y un 60%.

Mientras que en esta misma época en 2019 los hoteles barceloneses alojaban a unas 63.000 personas, ahora la cantidad de huéspedes no llega a los 8.000, y Mestre calcula que la situación no empiece a normalizarse hasta 2022.

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