Airbnb celebra el reconocimiento del homesharing en Cataluña mientras lamenta que Barcelona se quede atrás. La tecnológica ha habilitado este viernes, 6 de agosto, una herramienta para registrar todos los hogares compartidos de la región. No obstante, los de la capital catalana quedan excluidos, ya que a partir de hoy podrán ser multados si practican esta actividad.

La ausencia de una normativa definitiva para las habitaciones compartidas en la capital catalana hace que la ciudad de un paso atrás en su oferta de alojamientos turísticos. Según señala la plataforma digital, "la mitad de los anfitriones de Barcelona dependen de los ingresos de los inquilinos para mantener sus hogares", por lo que tildan a la situación de "preocupante".

DIVERSIFICAR EL TURISMO

El nuevo Decreto catalán, según Airbnb, permite que la actividad turística se "diversifique" en beneficio de las familias –muchas de las cuales dependen de los ingresos adicionales–. También supone un punto a favor para las comunidades locales, ya que "casi la mitad del gasto de los viajeros en Cataluña en Airbnb tiene lugar en los barrios o zonas en las que residen sus anfitriones".

Con la nueva herramienta de la plataforma los anfitriones de llars compartides están obligados a facilitar y mostrar un número de registro en los anuncios antes de que sean visibles en la plataforma.

Habitación turística en el centro de Barcelona / AIRBNB



PREOCUPACIÓN POR BARCELONA

Compartir habitación en una casa particular es una forma de alojamiento que cuenta con una larga tradición en toda Europa, y la tecnológica lamenta que Barcelona, una de las ciudades europeas más importantes, se despida del homesharing –a instancias del gobierno de Colau– este viernes.

Según ha informado la aplicación en la presentación de su nueva herramienta, están preocupados por los anfitriones barceloneses que necesitan los ingresos, por lo que Airbnb urge al Ayuntamiento de Barcelona a "encontrar una solución" para esta actividad. 

Y es que la cruzada del Gobierno de Ada Colau contra la compañía que dirige Brian Chesky está teniendo sus consecuencias en el sector. Según un reciente informe de Airbnb, el destino más reservado en España en verano de 2019 fue Barcelona, mientras que este 2021 ha sido la Costa Blanca. No obstante, desde la tecnológica americana achacan este cambio de tendencia a los efectos de la crisis del covid-19 en los hábitos y preferencias de los viajeros. 

CONSECUENCIAS PARA BARCELONA

El Ayuntamiento sostiene que quiere frenar la saturación de determinadas zonas del centro de Barcelona –sobre todo en Ciutat Vella y en El Eixample– y evitar la proliferación de pisos encubiertos para turistas. 

La compañía estadounidense, por su parte, defiende su impacto positivo en la ciudad y asegura que las habitaciones turísticas impulsan el turismo sostenible

Además, una encuesta que recoge un informe de Oxford Economics sostiene que Airbnb generó alrededor de 10.000 empleos indirectos en Barcelona en 2019. 

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