La normativa de Barcelona que obliga a reservar un 30% de las nuevas promociones y grandes rehabilitaciones a vivienda protegida (VPO) ha conseguido ahuyentar muchas inversiones inmobiliarias hacia Madrid y otros municipios del área metropolitana sin estas restricciones.
Los promotores catalanes lamentan que el Ayuntamiento esté aplicando una norma que ha sido aprobada "de espaldas al sector" y que está suponiendo un freno a la actividad inmobiliaria.
RESPONSABILIDAD PÚBLICA
El presidente de la Asociación de Promotores de Cataluña (APCE), Xavier Vilajoana, lamenta que el gobierno de Colau haya traspasado al sector privado una responsabilidad que es suya, como es la creación de vivienda protegida, y critica especialmente que la medida se aprobara sin contar con la opinión de los empresarios. "Los promotores no tenemos ningún problema en hacer vivienda asequible, pero queremos que se haga como corresponde y de la manera que toca", señala Vilajoana.
El presidente de APCE, asociación que reúne a más del 80% de los promotores de Cataluña, advierte que muchas empresas que solían edificar en Barcelona ahora han desviado sus inversiones hacia otras ciudades del área metropolitana, como L'Hospitalet de Llobregat, Sant Just Desvern, Molins de Rei o Montcada i Reixac, y también hacia Madrid. "Hay mucha inversión que se va a otras zonas. Cerca de Barcelona, L'Hospitalet es la gran beneficiada, y eso es una realidad, no es hacer ninguna hipótesis", asevera Vilajoana, que teme que la capital catalana "pierda fuelle" a corto y medio plazo.
Algunas promotoras barcelonesas, como Petrus, habían centrado su actividad en la capital catalana pero, tras la aplicación de la nueva norma, han optado por abandonar la plaza y focalizar sus inversiones en otras ciudades. "Hay muchos empresarios que ya no creen en esta ciudad y que se sienten asfixiados. Por eso, hay promotores catalanes que se han ido a Madrid y a otros municipios del Baix Llobregat, el Vallès o el Maresme que ofrecen posibilidades de crecer", explica Sergio Rabassa, director de Desarrollo de Petrus.
AFECTACIÓN AL MERCADO
La Llave de Oro, otra de las grandes promotoras catalanas, reconoce que la obligada reserva del 30% para VPO en Barcelona está afectando al mercado, donde los proyectos que se están desarrollando son fruto de solicitudes previas a la entrada en vigor de la normativa.
"Hay una casi nula solicitud de nuevas licencias. Los promotores no están haciendo prácticamente nada en Barcelona y si hay menos oferta los precios pueden subir", explica Ferran Marsà, consejero delegado de La Llave de Oro.
Marsà remarca que La Llave de Oro hace 75 años que está en Barcelona y que no se irá de aquí, aunque tampoco se quedará "de brazos cruzados" y buscará nuevas oportunidades de negocio fuera de su ciudad de origen.
EL AYUNTAMIENTO SE REAFIRMA
Pese a las críticas de los promotores, el Ayuntamiento reafirma su apuesta por esta actuación para impulsar la creación de VPO en la ciudad y recuerda que, para "corresponsabilizar al sector", está trabajando en una campaña de inspección "para evitar la ilegalidad" y en medidas para divulgar la medida y facilitar su comprensión.
El presidente de los promotores, Xavier Vilajoana, afirma que están en contacto con el consistorio barcelonés y confía en que "se podrá reconducir la situación".