Mango busca alternativas al transporte marítimo. La compañía de moda barcelonesa ha decidido diversificar sus vías de transporte para evitar problemas de abastecimiento. Desde la firma catalana han implementado varias soluciones en los últimos meses para asegurar el funcionamiento de la cadena de producción.
Según avanza Crónica Global, el negocio de Isak Andic ha optado por el tren y el camión para trasladar las prendas de ropa de las fábricas asiáticas hasta sus almacenes y tiendas situadas en Europa. Mango ha recurrido también al avión: “En algunos casos, por tiempos y necesidades de entregas, hemos volado mercancía”, aseguran desde la compañía catalana.
INCREMENTO DE PRODUCCIÓN
"Mango trabaja con centros de producción en todo el mundo y está acostumbrada a trabajar en situaciones de alta demanda en el mercado". De hecho, la marca afirma que no ha sufrido problemas de abastecimiento e incide en que este episodio ha acelerado el proceso de reorganización de la estructura de aprovisionamiento para "incrementar la producción en cercanía”.
La empresa reconoce que se está viviendo una situación de "mayor demanda que oferta" en la logística internacional. El repunte de los costes de algunos medios es notable. En el caso de los contenedores de cuarenta pies (o dry), su precio ha superado el umbral de los 10.000 dólares, lo que supone quintuplicar el precio habitual de estos instrumentos.
Este aumento va de la mano de la incremento de la demanda tras el parón de la economía por la pandemia. A medida que quedan atrás las peores etapas del Covid-19, el sector privado vuelve a pujar de forma masiva por las redes de abastecimiento. Pero la pugna por adueñarse del transporte marítimo se suma a otros factores que han terminado de encarecer las rutas comerciales.
CANAL DE SUEZ Y ESPECULACIÓN
Por un lado el percance del canal de Suez de principios de año que obligó a paralizar las cadenas internacionales de suministro. Por otro, la especulación de las materias primas, que vuelven a suscitar el interés de inversores y productores a medida que se revitaliza la economía global.
Esta tormenta perfecta no se despejará hasta principios del año que viene. Hasta entonces, las multinacionales deberán ampliar sus canales de transporte, como ha hecho la compañía de Isak Andic.