Mango apuesta por el e-commerce. La multinacional barcelonesa creada por Isak Andic prevé llegar a los 1.000 millones de euros a través del canal online. El CEO de la compañía, Toni Ruiz, ha destacado esta semana que “el 42% de la facturación en 2020 vino a través de la página web” y de cara al futuro quieren seguir apostando por la venta en línea.

APUESTA POR EL ‘E-COMMERCE’

Entre los retos de la multinacional del retail se encuentran la transformación digital, la sostenibilidad, la identificación y el desarrollo de oportunidades en productos y nuevas categorías, así como el nuevo rol de la tienda física.

En este sentido, el CEO de la empresa ha señalado que Mango cerró el año pasado con una caída del 23% a pesar de las “enormes afectaciones en el parque de tiendas”, pero que han aprovechado la coyuntura para reinventarse con el mundo phygital –fusión del canal físico y el digital–.

El CEO de Mango, Toni Ruiz Tubau / ESADE



RESULTADOS POSITIVOS Y TRANSFORMACIÓN DE TIENDAS

De cara a este año, Ruiz ha destacado que las prioridades de Mango son conseguir resultados positivos, “liderar el canal online en la industria de la moda” priorizando el crecimiento orgánico a través de la web y adaptar y transformar las tiendas para mantenerlas como puntos de contacto con los clientes.

A largo plazo la multinacional quiere mejorar la experiencia de los usuarios en los canales digitales gracias a la personalización con inteligencia artificial.

REDUCCIÓN DE VENTAS

Mango cerró 2020 con una facturación de 1.842 millones de euros, lo que supone un 23% menos a causa de la pandemia de coronavirus. Esta reducción de las ventas ha significado una caída interanual de los ingresos de 550 millones de euros; mientras que el ebitda se ha mantenido en los mismos niveles del año pasado, con 193 millones.

Tras la aplicación de gastos financieros y ajustes contables, el resultado bruto fue de 110 millones negativos frente a unos beneficios de 41 millones el año anterior, ante los que el CEO de la compañía, Toni Ruiz, se ha mostrado "contento" tras un año que ha definido de intenso y duro para el sector de la moda, uno de los más afectados por la Covid-19

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