Resultados esplendorosos de la firma catalana Gamo Outdoor. Tras el funesto año del Covid, vació sus cargadores durante 2021 en todas las direcciones posibles y alcanzó unas magnitudes económicas sin precedentes. Además, aumentó la plantilla de 230 a 260 empleados.
Las ventas crecieron un 26% y pasaron de 57 a 72 millones. Gamo es, sobre todo, una compañía exportadora.
NEGOCIO INTERNACIONAL
España aporta sólo el 12% de los ingresos. La venta doméstica se lleva a cabo por medio de cuarenta armerías repartidas por toda la península. De ellas, ocho se encuentran en la Ciudad Condal.
El principal cliente de Gamo es Estados Unidos, el mayor mercado de armas del mundo. El 40% del giro de Gamo procede de dicho país.
Siguen en orden de importancia, España y Reino Unido, con el 12% cada uno. Aparte de estos territorios, Gamo expende sus artículos en casi un centenar de países.
RIFLES WINCHESTER Y MIRAS LÁSER
Gamo fabrica carabinas y pistolas de aire comprimido, así como balines, miras ópticas y otros complementos.
Además, actúa de agente comercial de marcas internacionales de primera fila, como los célebres rifles Winchester, las escopetas de aire comprimido Daisy y los visores, miras telescópicas y proyectores de láser de la enseña BSA.
GANANCIAS
Gracias al fortísimo tirón de las ventas internacionales, las cuentas de Gamo volvieron a arrojar números negros. En el pandémico 2020 la casa había registrado pérdidas de 2,2 millones.
Un año después sobrevino un giro radical: Gamo obtuvo un beneficio neto de 4,7 millones.
FLUJO DE CAJA
El logro no es menor, si se tiene en cuenta que cada año ha de amortizar gruesas sumas del fondo de comercio.
Debido a tal circunstancia, el flujo de caja subió hasta rebasar los 10 millones.
FACTORÍA EN SANT BOI DE LLOBREGAT
Nota destacable es que Gamo apenas arrastra deudas bancarias. El pasivo más abultado corresponde a préstamos recibidos de su propio accionista, por importe de 10 millones.
La fábrica de escopetas y pistolas se encuentra en Sant Boi de Llobregat.
GUERRA DE UCRANIA
La dirección de la casa ha insertado en las cuentas anuales un comentario sobre la guerra de Ucrania. Asevera que “teniendo en consideración la complejidad y riesgo geopolítico, las consecuencias para las operaciones del grupo son inciertas y van a depender en gran medida de la evolución del conflicto, incluyendo la potencial implicación directa de terceros países y la ejecución de nuevas sanciones”.
HISTORIA SECULAR
Gamo es una empresa barcelonesa muy antigua, pues ya ha transitado por tres siglos.
Nació en 1889 con el nombre de Antonio Casas SA, para fabricar derivados del plomo. En 1955 adoptó la denominación de Industrias el Gamo SA.
PRIMER BOMBAZO
En 2007, cuando era líder de Europa en su especialidad del aire comprimido, los herederos Antonio y Francisco Casas Salvá recibieron una suculenta oferta del consorcio madrileño MCH Private Equity y soltaron el pelotazo. Traspasaron la empresa entera por 80 millones limpios.
SEGUNDO GATILLAZO
Seis años después, el inversor de la capital MCH ya había madurado las plusvalías y propinó el pase a un tercero.
Cedió el control de Gamo, a cambio de 90 millones, al fondo neoyorquino Bruckman, Rosser, Sherill (BRS), que desde entonces es el dueño absoluto de la entidad barcelonesa.
BRS está a la espera de percutir su propio disparo y amasar el consabido lucro.