La compañía Moët Henessy España SA, con sede en Barcelona, retornó en 2021 a la senda de la rentabilidad tras el aciago paréntesis de la pandemia del covid. El cierre de hoteles y restaurantes le ocasionó en 2020 unos abultados números rojos de 10,2 millones, los primeros que registra desde que desembarcó en España en 1987.
El episodio depresivo ya está olvidado. En 2021, Moët Henessy volvió a crecer y entró de nuevo en beneficios. La cifra de negocio rozó los 87 millones, con alza de un 40%. El crecimiento fue muy acusado, pero la firma todavía no alcanzó los niveles previos al coronavirus.
GANANCIAS Y DIVIDENDOS
Las ventas se distribuyen de la siguiente manera. El canal mayorista aporta el 64%; los supermercados y grandes superficies, 20%; el negocio al detall, 12%. El resto procede de otras partidas menores.
Las cuentas se liquidaron con un beneficio neto de 3,9 millones, que se destinó a reservas. Curiosamente, en 2021 no se repartió dividendo, mientras que por el ejercicio anterior, que arrojaba pérdidas abultadas, se distribuyeron 3,7 millones con cargo a reservas.
Año | Ventas | Resultado |
2021 | 86,8 | 3,9 |
2020 | 62 | -10,3 |
2019 | 98 | 3,7 |
2018 | 94 | 3,2 |
2017 | 90 | 3,4 |
2016 | 85 | 3,6 |
EMBLEMAS
Moët Henessy España es una compañía dedicada a la venta de champán y licores de alta gama que le suministra su matriz francesa Louis Vuitton Moët Henessy. Esta corporación lidera el mercado mundial del máximo lujo. Es titular de casi 80 marcas de vinos, licores, perfumes, cosmética, artículos de piel y joyería.
El cuartel general de Moët Henessy España para España está ubicado en la calle Consell de Cent, de la Ciudad Condal.
La filial ibérica vende enseñas como Krug, Dom Pérignon, Moët & Chandon, Veuve Clicquot, Ruinart, Hennessy y Glenmorange, entre otros muchas.
AGUJERO EN LA BODEGA NUMANTHIA
Hasta 2008, la subsidiaria peninsular actuó solo como una firma comercial. Ese año adquirió la bodega Numanthia Termes, de Valdefinjas (Zamora). Dicha firma venía elaborando vino con las enseñas Numanthia, Termes y Termanthia.
Moët pagó 26 millones a los propietarios de esta bodega acogida a la denominación de origen Toro. El negocio vinícola zamorano no ha evolucionado de forma positiva desde entonces y el consorcio francés ha tenido que efectuar un deterioro total del fondo de comercio.