El cambio de propietarios no le ha sentado bien a los concesionarios barceloneses Romauto, que venden vehículos de la marca Nissan. En 2022 cerraron un ejercicio declinante. El número de unidades comercializadas en su red de tiendas cayó un 25% y la facturación menguó de 62 a 46 millones de euros.
TRIENIO NEGATIVO
Se trata de la suma más escasa que obtiene la firma desde 2006. Además, se encuentra un 42% por debajo del registro de 2019, el año anterior a la pandemia. El menor trasiego de compraventas se tradujo en una merma de los resultados, que se comprimieron hasta cifras mínimas en los últimos años.
SECTOR DEBILITADO
El beneficio neto se desplomó hasta 35.000 euros, con baja de un 91%. Los fondos propios están contabilizados en 7,7 millones. La caída de las ventas de Romauto es muy superior a la experimentada por el sector. En 2022 las ventas de automóviles en el mercado español descendieron un 5% y se situaron en 813.000 unidades. Este guarismo es un tercio inferior al que se registraba antes del Covid.
Año | Ventas | Resultado |
2022 | 46 | 0,035 |
2021 | 62 | 0,42 |
2020 | 61 | 0,55 |
2019 | 81 | -0,019 |
2018 | 67 | 0,58 |
SALAS DE EXPOSICIÓN
Romauto cuenta con 90 empleados. Su entramado comercial se compone de siete concesionarios. Cuatro de ellos se encuentran en Barcelona, sitos en las calles Pere IV, Ciutat d’Asunción, Nàpols y Riera de Cassoles. Los otros tres se reparten entre Molins de Rei, Mataró y Blanes. Las instalaciones de Pere IV albergan asimismo la sede central de todo el conglomerado.
CESIÓN
La cadena tiene de fundadora a la familia Romagosa. Esta vendió Romauto y otra distribuidora el pasado verano al grupo francés Maurin, por una suma desconocida. El cambio de manos comportó el cese del administrador Enric Romagosa Lluch y su relevo por la sociedad Saaem Auto Spain, del consorcio galo. Grupo Romagosa queda así como una filial de Maurin. Este es el mayor distribuidor en su país de vehículos extranjeros, en particular las marcas Ford, Nissan y Suzuki.
Enric Romagosa ha invertido una parte de los fondos recaudados por la venta de su conglomerado, en la firma Kasset Armazones, de Llinars del Vallès, fabricante de carpintería metálica. Asimismo, aplicó otra parte en uno de los fondos de capital riesgo lanzados por la entidad barcelonesa Aurica.