Barcelona se ha posicionado como uno de los destinos internacionales de los turistas para sus compras de lujo. Entre los motivos de este auge está la apuesta de marcas como Chanel o Louis Vuitton en el eje comercial más exclusivo de la ciudad: paseo de Gràcia. Precisamente, en la principal arteria es ya habitual ver colas de turistas que esperan pacientemente a las puertas de los establecimientos para poder entrar y gastar sumas que pueden llegar a sumar miles de euros.

CRECIMIENTO DEL 10%

“El pasado verano ya fue un muy buen verano en ventas, pero creemos que este habrá una mejora de alrededor del 10% en las zonas turísticas. Teniendo en cuenta que el verano anterior ya fue bueno, si se cumple estaría muy bien”, destaca Joaquim de Toca, secretario de la agrupación de ejes comerciales Barcelona Oberta.

Entre los motivos de este auge, el comerciante resalta el efecto del turismo estadounidense, muy aficionado a comprar en vacaciones. También destaca la paridad entre el euro y el dólar, que a pesar de depreciarse recientemente sigue “muy fuerte”. "Compensan la bajada, que todavía se mantiene, del turismo asiático", reconoce De Toca.

Fachada y escaparate de una tienda de lujo de Passeig de Gràcia

"Los estadounidenses están viajando mucho a Europa, y muchos ya conocían Londres o París y están buscando nuevas cosas que no han visto. Barcelona se ha posicionado muy bien y tiene un gran atractivo para ellos”, reconoce Joaquim de Toca.

COLAS EN TIENDAS

En cuanto a las colas en las tiendas de lujo, detalla que es un fenómeno que se extendió durante la pandemia, cuando se redujo los aforos del comercio. Desde entonces, algunas marcas han visto cómo estas colas no sólo les permiten dosificar el número de compradores que atienden a la vez, sino que se convierten también en un cierto reclamo para la gente que pasea y siente curiosidad por la acumulación de clientes frente a los escaparates.

Lluís Sans, presidente de la asociación Amics del paseo de Gràcia, también se muestra optimista de cara a la campaña turística. “Este verano las ventas se han recuperado bastante. Está viniendo mucha gente de toda Catalunya, España y el mundo. Además, se ha recuperado mucho el turismo norteamericano y europeo”, confirma el empresario. Según Sans, las ventas superan ya las de antes de la crisis sanitaria aunque todavía esperan el efecto de los asiáticos, los más compradores

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