Miquel y Costas logra un hito económico. La empresa papelera catalana ganó 24,3 millones de euros entre enero y junio de 2023. La bicentenaria compañía catalana ha presentado sus cuentas este jueves, que plasman un crecimiento del 38,3 % con respecto al mismo período de 2022. Sin embargo, la estable tendencia al alza se ve en riesgo por la huelga que la totalidad de la plantilla está llevando a cabo desde hace 10 semanas en la fábrica del Besòs de Barcelona.
Según ha presentado la empresa a la CNMV, la compañía ha precisado que facturó 167,7 millones hasta junio, un 4,2 % menos. El sector más fuerte sigue siendo el relacionado con el tabaco, pues Miquel y Costas fabrica el papel de liar Smoking, así como boquillas o filtros para Phillips Morris y otros gigantes de la industria tabacalera. Este sector aportó 1 millón más, aunque en el negocio de papeles industriales las ventas cayeron 7,7 millones.
HUELGA
Por otra parte, se redujeron en 0,8 millones las ventas de otros papeles especiales por la debilidad en la demanda en los mercados de edición. Y es que la empresa también fabrica el papel con el que se hacen las bolsitas de té, el papel para votar y el que se usa para confeccionar Bíblias y Coranes.
De cara al segundo semestre, la compañía prevé mantener esta tendencia al alza, aunque no será sencillo. Desde hace 10 semanas y hasta que se haga caso a sus demandas, el 100% de la fábrica ubicada a orillas del río Besòs, en el barrio de Trinitat Vella, está en huelga. Todos los miércoles, el 100% de los trabajadores, encargados incluidos, dejan de lado sus funciones y se juntan para protestar frente a la planta contra una "doble escala salarial" y el asfixiante calor que hace en las instalaciones.
EQUIPARACIÓN SALARIAL
Juan Guisado, delegado de CGT, ha explicado a Metrópoli que los trabajadores más jóvenes tienen contratos con peores condiciones, en los que se llega a pagar hasta 6.000 euros anuales menos que a los más veteranos y no se abona el 100% de los complementos o pagas extra. Además, hay contratos que solo cobran por día trabajado y empleados a los que no se les cuenta el descanso para comer, por lo que tienen que trabajar más por menos a final de año.
También denuncian que las altas temperaturas y la ineficiente refrigeración de las instalaciones han terminado causando golpes de calor entre algunos trabajadores. En este sentido, aseguran a este digital que, tras no ver progresos en las reuniones mantenidas con la empresa, continuarán con el parón indefinidamente, porque "saben" que están haciendo daño --económicamente-- a la compañía.