Jordi Cerqueda Donadeu, exaccionista de referencia del banco andorrano Andbank, lleva siete años tratando de enajenar su espectacular propiedad de paseo de Gràcia, sita en la casa Malagrida, entre las calles de Consell de Cent y Diputació. Ahora la publicita en varios portales inmobiliarios. Pide por ella nada menos que 13,9 millones. En la acera de enfrente se halla el hotel Mandarin Oriental, de cinco estrellas gran lujo, que hasta el pasado verano controlaba su paisana y colega María Reig.

PRECIO ELEVADO

El acaudalado financiero pirenaico puso la morada por vez primera en el mercado en 2016, por 14 millones. No hubo forma humana de traspasarla a nadie, ni siquiera a oligarcas rusos, magnates árabes o millonarios chinos. Luego la retiró una temporada y hace un par de años volvió a la carga. Tampoco surgió comprador. Ahora torna a probar suerte.

La Casa Malagrida del paseo de Gràcia SIMÓN SÁNCHEZ Barcelona

Fuentes del sector promotor explican a Metrópoli que se trata de un activo de máximo nivel, pero muy sobrevalorado. “Las pretensiones eran excesivas en 2016 y lo siguen siendo en 2023”.

PISO DE 700 METROS Y JARDÍN DE 300

La residencia incluye la planta principal del edificio, dotada de acceso independiente desde el paseo por una soberbia escalera de mármol. La vivienda ocupa 700 metros cuadrados útiles. Además cuenta con 300 metros de terraza que da al interior de la manzana, provista de una fuente central, jalonada por un umbráculo y un vergel de especies selectas.

La heredad es una joya del modernismo catalán. La erigió en 1905 el arquitecto Joaquim Codina por encargo de la familia Malagrida, uno de los apellidos que dieron lustre a la industria textil vernácula en el curso del siglo XX.

RESTAURACIÓN METICULOSA

Jordi Cerqueda invirtió un dineral en reconstruir los aposentos hasta el más mínimo detalle, tal como fueron concebidos un siglo atrás. Abarcan ocho habitaciones, cuatro dormitorios con suite, despacho-biblioteca, cocina completamente equipada y unos amplios salones recubiertos de mármol y maderas nobles, con dos espectaculares tribunas sobre el paseo de Gràcia.

PARKING CON ASCENSOR

Las estancias están dotadas de parquet con marquetería e incorporan espléndidos acabados modernistas en techos, suelos y vidrieras emplomadas.

Fachada de la Casa Malagrida SIMÓN SÁNCHEZ Barcelona

El casoplón dispone, además, de cuatro espaciosas plazas de aparcamiento. A éstas se accede desde Rambla de Catalunya, en la misma manzana. Se trata de un singular estacionamiento dotado de ascensor que traslada los vehículos del sótano a la superficie y viceversa. A su vez, el parking posee conexión directa con los subterráneos de casa Malagrida.

EL “CUADRADO DE ORO” DEL MODERNISMO

El señorial edificio del paseo de Gràcia que nos ocupa se encuentra a cincuenta metros del llamado “Cuadrado de Oro” de Barcelona, también conocido como "la manzana de la discordia". Esa hectárea dorada del modernismo burgués, que floreció a caballo de los siglos XIX y XX, se extiende desde Consell de Cent hasta Aragó. En un centenar de metros alberga cinco construcciones descollantes. Arranca con la esquinera Lleó Morera, de los hermanos Josep Lluís y Josep Maria Núñez i Navarro, cuyos bajos tienen alquilados a la marca Loewe. El edificio contiguo es de la familia Salisachs-Juncadella, accionista del gigante de los seguros Catalana Occidente, y el siguiente es la casa Josefina Bonet.

Entre este bloque y la calle Aragó figuran dos fincas estelares. Una es la casa Amatller, de Josep Puig i Cadafalch. Y la otra, la muy rentable casa Batlló, del genial Antoni Gaudí, poseída a partes iguales por los cuatro hermanos Bernat, exdueños de los caramelos con palo Chupa Chups.