El Ayuntamiento de Barcelona adjudicó el pasado 30 de noviembre el contrato de gestión del recinto de Fabra i Coats a la empresa Iqembu SL. Se trata de uno de los espacios públicos más importantes de Barcelona. El recinto de Fabra i Coats incluye un conjunto de edificios incluidos en el catálogo del Patrimonio de Barcelona que están destinados a diversos usos: albergan desde equipamientos culturales a educativos, pasando por talleres de creación, edificios históricos y vivienda pública. Algunos de esos edificios están en proceso de transformación y rehabilitación, como la reurbanización del recinto fabril y el Centro de Reinterpretación del Trabajo; otros están ya rehabilitados, como el Ateneo l’Harmonia, la escuela primaria Can Fabra, la guardería La Filadora, los centros de secundaria Martí i Pous o Vapor del Fil, el centro ocupacional Pont del Dragó, el Centre d’Interpretació dels Tres Tombs, la Fàbrica de Creació i Centre d’Art Contemporani, o el Espai Vertical (para la realización de actividades castelleras) por citar sólo algunos.
En 2021, la gestión de este recinto fue encomendada a la empresa Iniciatives i Programes SL por 580.000 euros. Dos años más tarde, la elección recae en la empresa Iqembu SL con un coste total de 665.825, un 14,8% superior al anterior contrato. Pero se da la circunstancia de que ambas empresas pertenecen al mismo grupo, pese a que Iqembu es relativamente más joven: fue creada en febrero de 2021, por lo que tiene menos de tres años de trayectoria. El contrato entrará en vigor el 1 de enero de 2024 y tendrá, en principio, una vigencia de dos años. En la cláusula 3 de las prescripciones administrativas, no obstante, se prevé su renovación por dos años más, hasta el 2027, por lo que su monto se elevaría a más de 1.330.000 euros.
EL MISMO EQUIPO
Las administradoras solidarias de la compañía Iqembu son Judit Feixa y Amparo Padilla, desde su creación, a las que se unió el año pasado Alba Martín, también como administradora solidaria. En Iniciatives i Programes continúan siendo las administradoras las dos primeras, mientras que la última también forma parte del núcleo de la dirección de proyectos. El equipo de trabajo de Iqembu está compuesto, no obstante, por una decena de personas. El grupo IP, por su parte, fue creado en 1990 con la empresa Iniciatives i Programes como embrión original, “para dar respuesta al crecimiento y desarrollo de la atención a las necesidades sociales, derechos sociales y justicia social”. En 1995, se creó GiS SL, en 2000 apareció Itínere Serveis Educatius y en 2005 se creó Educare XXI, que conforman el núcleo central del conglomerado. En el mismo conglomerado empresarial se encuentran también otras firmas como GiS Grupo IP SL,, Futur i Compromís amb l’Educació SL, Cultura i Comunitat SL, Servicios Educativos SL y ARV Cultura i Comunitat SL.
En Barcelona, Iqembu gestiona el casal La Llacuna de Sant Martí, o el Centre Cívic Sant Andreu, el centro cívico La Sedeta o el punto InfoJove de Sants-Montjuïc, además de realizar otros trabajos y encargos del consistorio barcelonés. Pero dada la composición de los equipos y de los responsables de las sociedades, de lo que se trata es de la asunción de las responsabilidades de la gestión de Fabra i Coats por otra empresa afín. En definitiva, son los mismos responsables con distinto nombre jurídico, puesto que los nombres de las personas al frente del proyecto continúan siendo los mismos que hasta ahora.
UN RETO PROFESIONAL
La gestión de Fabra i Coats no deja de ser un reto profesional: es un recinto fabril de 31.000 metros cuadrados, de propiedad municipal, que gestiona el Distrito de Sant Andreu. Y suma un espacio singular, un ecosistema propio del barrio articulado basado en cinco ejes principales: pretende ser un espacio de memoria, de equipamientos culturales, de servicios educativos, de espacios cedidos a entidades cívicas y de espacios polivalentes. No en vano, en sus instalaciones tienen su sede organismos como el Consorcio de Normalización Lingüística y la Escuela Municipal de Música.
Gestionar ese conglomerado de servicios no es fácil. Los responsables municipales quieren establecer “una visión global e integral del recinto de Fabra i Coats”, garantizando una coordinación y la cohesión de la oferta educativa, cultural y social del mismo. Para ello, no obstante, será preciso construir sistemas de comunicación y de coordinación entre servicios, entidades y equipamientos, con reuniones como mínimo trimestrales entre centros de enseñanza, de recursos, de equipamientos cultuales y de servicios comunitarios.
Tras la gestión, el responsable último será el distrito de Sant Andreu, que es el que dicta los criterios a tener en cuenta en la gestión, según se recoge en las cláusulas del contrato. El servicio de coordinación tendrá la función de “conseguir que el uso del recinto sea el adecuado a las necesidades y evitar que haya disfunciones en la utilización del espacio”. Y la gestión de los espacios comunes persigue facilitar que estos espacios puedan servir como recintos de festivales, actividades extraordinarias, filmaciones, así como “dar apoyo logístico y técnico al movimiento asociativo y a las iniciativas ciudadanas individuales o colectivas del distrito y de la ciudad con vinculación con la cultura, la educación, la creatividad y la memoria histórica”. Paralelamente, eso podría servir pata promover “sinergias y fortalecer el movimiento asociativo vinculado a esos sectores”.
PRESERVAR LOS TRES TOMBS
Una mención aparte es el servicio de dinamización del Centre d’Interpretació dels Tres Tombs de Sant Andreu Can Fontanet, cuyo objetivo específico es “acercar al público el patrimonio cultural asociado a los oficios, costumbres, contexto histórico, económico y social y elementos materiales asociados a la utilización de los animales de tiro como medio de transporte y producción”. No hay que olvidar que la Festa dels Tres Tombs es una de las principales tradiciones culturales barcelonesas y sus desfiles del mes de enero son de los más espectaculares. Así, se pretende convertir este centro en un lugar de “difusión y exposición sobre los diversos elementos involucrados en la Festa dels Tres Tombs de Sant Andreu del Palomar”.
Las responsabilidades del fondo se mezclan también con las de las formas: “Todos los servicios deberán incluir la perspectiva de género interseccional, entendiendo como tal las actividades que tienen en cuenta las construcciones culturales y sociales que identifican lo que se considera femenino y masculino y/o las desigualdades entre géneros y cómo éstas se cruzan con otros ejes de desigualdad". La adjudicataria deberá asumir los cambios que se puedan producir durante el periodo del contrato, adaptando los recursos y la organización”, dicen las cláusulas del contrato firmado.