Catalonia se recupera del golpe de la pandemia. La hotelera barcelonesa obtuvo en 2022 un beneficio de 70 millones, el más abultado de su historia, que le ha permitido recuperar los saldos negativos que se le esfumaron durante 2020 y 2021, cuando acumuló un agujero de 64 millones.
En 2022, los ingresos del grupo también revivieron y se duplicaron hasta superar los 450 millones, lo que supone un 19% más que en 2019, el año antes del estallido del Covid-19.
LA FORTALEZA DE LOS FONDOS PROPIOS
De esta forma, Catalonia pone punto final a la dura travesía pandémica. En el curso de esta, la hotelera pudo hacer frente a las pérdidas gracias a la extraordinaria dotación de sus recursos propios, que hoy se cifran en 335 millones.
Mientras, los activos del grupo superan los 950 millones. La mayor parte se concentra en el inmovilizado material, donde se incluyen los terrenos y construcciones en los que se ubican sus más de 70 alojamientos.
DEUDA
La deuda del grupo está contabilizada en 572 millones, repartidos entre 480 millones a largo plazo y 92 a corto plazo. El grueso de ella sirvió para financiar la adquisición de los solares, los inmuebles y su transformación en complejos hoteleros.
Los pasivos están garantizados por los hoteles operados, cuyo valor de mercado es muy superior a la deuda.
IMPERIO HOTELERO
Catalonia gestiona un total de 73 hoteles, de los cuales 55 son urbanos y 18 resorts vacacionales, y están repartidos en siete países de Europa y América Latina. El grupo suma 11.168 habitaciones, 19 restaurantes bajo la marca Eboca y una plantilla de 7.582 personas.
Sus inicios se remontan a 1982, cuando la familia Vallet abrió tres establecimientos en Barcelona. El primero de ellos fue el Catalonia Atenas, un negocio que aún se ubica en avenida Meridiana y se ha convertido en un emblema del barrio del Clot.
SALTO AL EXTRANJERO
Seis años después de su puesta en marcha, Catalonia se proyectó al resto de España, con la compra del Catalonia Hispalis de Sevilla en 1988 y del Catalonia Punta de Rey en Canarias sólo un año más tarde. En 1994 incorporó a su red de hoteles el Catalonia Barcelona Plaza, su buque insignia, situado en la plaza de España.
Su salto al extranjero se demoró un poco más. Ocurrió en 1998, cuando el grupo inauguró su primer resort en el Caribe, mientras que en 2001 oficializó su incursión en Europa con la compra de un hotel en Bruselas. Ya en 2004, expandió sus tentáculos con otro resort en la Rivera Maya de México.
GRANDES MERCADOS
La empresa lidera el mercado de los hoteles de Barcelona, donde posee 26. Entre ellos destacan Rigoletto, Magdalenes, Eixample 1864 y Gran Via BCN.
Sus otros grandes mercados son la República Dominicana y la Rivera Maya de México, donde cuenta con cinco enormes recintos en cada uno de estos enclaves. El grupo también opera en Alemania, Bélgica, Países Bajos, Portugal y, próximamente prevé abrir en Tanzania.
La empresa ha apostado fuerte por los mercados de México y República Dominicana, donde ha realizado en los últimos años una inversión de 240 y 148 millones, respectivamente.
ACTUAL DIRECCIÓN
Los administradores de la sociedad son Guillermo Vallet, quien en 1983 fundó la marca junto a sus hermanos Manuel y Jorge; y Manuel Vallet Garriga, sobrino de Guillermo, segunda generación de la saga hotelera y flamante consejero delegado de la sociedad.