El centro de Barcelona se ha acostumbrado ya a perder a los cines que un día definieron su geografía. La última muerte es la del Comedia, emblema de la cultura barcelonesa con más de 60 años de historia y un refugio en la vorágine comercial de paseo de Gràcia. Su progresiva decadencia ha terminado con un esperado final: Yelmo ha decidido no renovar el contrato de explotación del inmueble y el Comedia bajará la persiana este domingo, 14 de enero.

Ubicado en la joya de la corona de Barcelona, la confluencia entre paseo de Gràcia y Gran Vía, y rodeado de tiendas de ropa, el Comedia se había convertido en una anomalía. En los últimos tiempos, sus fantasmales salas de cine contrastaban con las hordas de turistas entrando en Guess y Massimo Dutti, las tiendas que le flanquean, y en las otras esquinas del mentado enclave, que ocupan los gigantes textiles H&M, Zara y Uniqlo. 

DECADENCIA DEL COMÈDIA

A nadie que hubiera acudido recientemente al cine le puede sorprender su abrupto adiós. Según comprobó este medio hace apenas unas semanas, el espacio contaba con butacas rotas, suciedad en las esquinas y la presencia de trabajadores era tan escasa que ni siquiera se exigía el billete de entrada.

Semejante localización hubiera despertado el apetito de algunos gigantes del retail, pero el Palacio Marcet, donde se ubica el Comedia, no tiene licencia comercial ni está previsto que se le otorgue tal calificación en el futuro. Por tanto, sólo puede ser un equipamiento, ya sea cultural, como hasta la fecha; o bien sanitario, geriátrico, deportivo, religioso o un largo etcétera, pero no una tienda de ropa o un local de restauración, como sugerían algunos usuarios en redes sociales a modo de lamento.

SIN LICENCIA COMERCIAL

La firma que comercializa el inmueble de la familia propietaria es Savills Aguirre Newman. Fuentes del sector aseguran a Metrópoli que aún no han comenzado a buscar al siguiente operador, pues primero deben reunirse la infinidad de miembros de la cuarta generación de la familia Pla y Planàs, poseedoras del prestigioso inmueble, para valorar su futuro.

De momento, la propietaria ha comunicado que la próxima actividad la desarrollará la empresa que ofrezca “un mayor valor añadido” en Barcelona y ha confirmado que ya “trabajan para identificar y estudiar opciones de diferentes grupos interesados en su explotación”.

Cine Comèdia de Barcelona Simón Sánchez

EL FUTURO, EN EL AIRE

Las mismas fuentes aseguran a este digital que "lo que más sentido tendría sería que el activo siguiera manteniendo un uso cultural, y se convirtiera en un museo, un teatro o una sala de exposiciones", si bien aún es pronto para hacer cábalas.

Mientras, la Generalitat ha pedido al Ayuntamiento de Barcelona para ver si hay "alguna posibilidad" de reflotar los cines, ya que considera su cierre como "una gran pérdida".

La misma disyuntiva ya planeó sobre el Comedia en 2017, cuando la anterior gestora, Espectáculos SL, se declaró en concurso de acreedores. Entonces, la imposibilidad de un cambio de usos y la voluntad de la familia propietaria para que el inmueble siguiera siendo un cine declinaron la balanza en favor de Yelmo.

UN TRISTE FINAL

Sin embargo, la empresa no ha podido remontar el vuelo del decadente inmueble y el futuro del espacio vuelve a estar en el aire. Estos días, las cinco salas del Comedia proyectan los que con toda probabilidad serán los últimos filmes de su historiaWonka, Aquaman y el Reino Perdido, Ocho apellidos marroquís o Los juegos del hambre, entre otros. Un triste final para semejante templo del cine.

ESTRATEGIA DE YELMO

Yelmo ya había cerrado hace apenas unos meses el cine Nova Icària, ubicado en el centro comercial El Centre de la Villa desde hacía 27 años. El gigantesco espacio cinematográfico contaba con 15 salas y 2.300 butacas.

La estrategia de la empresa madrileña Yelmo este año en Barcelona ha sido más que cuestionada. El grupo ha cerrado dos de las salas más míticas de la ciudad: el Icaria y el Comedia, y ha decidido comprar el cine del centro comercial La Maquinista. En Barcelona, el grupo también gestiona cines en Abrera, Sant Cugat, Castelldefels y en el Baricentro.

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