El coliving está de moda en España. Esta tendencia, que surgió en Silicon Valley ante las dificultades de muchos jóvenes para encontrar piso, está emergiendo como alternativa a la escasez de vivienda. Enter Coliving, uno de los pioneros del sector en el país, ya cuenta con 400 habitaciones en la capital catalana, una cifra que prevé incrementar hasta las mil camas en los próximos dos años.

La empresa ofrece habitaciones en alquiler para el alojamiento de media estancia (en general, los periodos son de 6 meses a 2 años), haciéndose cargo de la instalación de los muebles, el mantenimiento del piso, la burocracia, los pagos, la limpieza y cualquier incidencia. Aunque cualquiera puede ser cliente de la empresa, suele triunfar especialmente entre estudiantes y trabajadores extranjeros de clase media-alta.

EL BORN Y DIAGONAL, LAS FAVORITAS

Las zonas en las que Enter Coliving tiene más influencia son el Eixample, Gràcia, Poblenou y el Born, aunque también posee algunas habitaciones en la zona del Port, Raval, Sant Antoni y Sant Gervasi. Los precios oscilan entre los 400 euros y los 1.300 euros, dependiendo de las condiciones del inmueble y su ubicación.

Sus principales complejos se ubican en el distrito del Born, donde opera dos edificios, uno en la calle del Rec Comtal y otro en Sant Agustí Vell. También cuenta con dos inmuebles en áreas colindantes con la Avenida Diagonal: en el número 60 de la calle Buenos Aires, y en el 94 de Enric Granados.

LA LEY DE LA VIVIENDA DA ALAS AL COLIVING

La nueva ley de la vivienda ha disparado el negocio de Enter Coliving, que ya factura más de 3 millones de euros al año. Según el cofundador y consejero delegado de la empresa, Erwin Groenendijk, las restricciones del alquiler convencional han provocado que muchos propietarios apuesten por el de temporada, lo que ha disparado la oferta y la demanda.

De hecho, mientras el alquiler convencional no deja de subir en la ciudad (en 2023 alcanzó un precio récord de 1.171,28 euros) y las restricciones legislativas disminuyen la oferta en la capital catalana, el coliving se comienza a percibir como una alternativa atractiva para promotores y usuarios.

PLENA OCUPACIÓN

Enter Coliving, cuya ocupación oscila entre el 95 y el 99%, considera que por las restricciones del Ayuntamiento hasta ahora, Barcelona es una ciudad donde la inversión en coliving puede crecer exponencialmente. "Hay menos competencia que en Madrid y los mismos estudiantes o trabajadores extranjeros", apunta Groenendijk.

Ahora, Enter Coliving también está tratando de generar espacios comunitarios entre sus inquilinos, y promociona actividades y eventos compartidos, como clases de yoga, jornadas de limpieza comunitaria de la playa de la Barceloneta o fiestas. “Buscamos que cualquiera que venga de fuera se sienta acompañado, pueda conocer gente y se sienta integrado en la cultura catalana”, concluye Groenendijk.

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