Exterior del Mercado de la Boquería de Barcelona / ARCHIVO

Exterior del Mercado de la Boquería de Barcelona / ARCHIVO

Economía

La Boquería imita al mercado de San Miguel de Madrid para 'exprimir' más al turista

El icónico mercado de Barcelona quiere "adecuarse a los cambios de la demanda" con más zona de degustación

17 febrero, 2024 23:30

La Boquería copia al mercado de San Miguel de Madrid para aprovechar mejor el flujo turístico. El icónico mercado barcelonés está sopesando una reforma de su interior para "adecuarse mejor a los cambios de la demanda" con la implantación de diversas zonas de degustación.

La idea, tal y como apuntan fuentes cercanas a los paradistas del mercado, es que los millones de visitantes que frecuentan cada año el mercado gasten más. En una reunión mantenida con los representantes del consistorio se habló de imitar al mercado de San Miguel o al de San Antón de Madrid, donde el desembolso por paseante es mayor que en La Boquería.

Revitalizar La Boquería

Para ello, las conversaciones entre las administraciones y los paradistas coinciden en la urgencia por darle una nueva vida a los puestos que están en desuso, con la implantación de tenderetes que vendan producto fresco y comida para llevar. La Boquería cuenta con unas 20 paradas que tienen la persiana bajada, el 10% de sus locales.

La demanda llega después de que el mercado aquejara una bajada de la facturación y una subida de las tasas municipales, que en ocasiones llegan a sobrepasar los 1.000 euros mensuales.

Prestigio perdido

A su vez, en el coloquio se habló de revitalizar la zona colindante a la Gardunya con la instalación de la mentada degustación. El objetivo también es reconectar con los barceloneses, más habituales a la entrada de Gardunya que a la de la Rambla, y recobrar el prestigio perdido entre los vecinos. "Hay que recuperar la esencia de la Boquería", se escuchó en el simposio. En ese mismo sentido apunta Fermín Villar, presidente de Amics de La Rambla, quien define al mercado como "un espacio que vende pinchos de longaniza”.

En los últimos tiempos, son numerosas las quejas entre los comerciantes más veteranos, que observan cómo se desvanece el mercado que un día amaron. Se exponen diversos ejemplos: la comunicación y las cartas sólo en inglés, los precios prohibitivos, la pérdida de calidad en la materia vendida e incluso la escasa presencia de la cultura, gastronomía y lengua catalanas.

Una parada de caramelos cerrados en cajas en el mercado de la Boqueria / MA

Una parada de caramelos cerrados en cajas en el mercado de la Boqueria / MA

El Mercado de San Miguel, un mal ejemplo

Las voces más críticas opinan que la apuesta por la degustación consolida la rendición de la Boquería al take away y su muerte como mercado tradicional. Tampoco ha gustado que se exponga el Mercado de San Miguel como ejemplo a seguir. El espacio madrileño "no se considera ni siquiera un mercado" y desde que comenzó a impulsar la degustación para convertirse en una feria gastronómica ha perdido la poca conexión que aún tenía con el público local.

La inseguridad, el gran escollo

Otra vieja demanda tanto de los paradistas como de la dirección del mercado es la de la inseguridad. El consenso es claro: tanto si se quieren mantener las ventas turísticas como si se desea recuperar al visitante barcelonés, la sensación de indefensión ante los cacos debe erradicarse.

Tal y como informó Crónica Global, los tenderos solicitan más seguridad, pues en la actualidad sólo tres vigilantes de seguridad cubren una superficie de 3.000 metros cuadrados. Especialmente tensionada está la plaza de la Gardunya, donde se han instalado desde hace tiempo toda clase de rateros, maleantes y desnortados.