El Mobile World Congress y Barcelona, una "simbiosis imbatible"

Una simbiosis imbatible. Así ha definido la relación entre el MWC y Barcelona el director general de MWCapital, Francesc Fajula, tras el fin de la decimoctava edición del certamen en la capital catalana, que se ha cerrado con 101.000 asistentes, una cifra que ha superado en 10.000 personas las expectativas de los organizadores.

Fajula sostiene que "esta feria llegó a Barcelona hace 18 años, siendo una anécdota en el panorama internacional y este año se ha consolidado como el gran evento del mundo digital".

Cerca del récord de asistencia

"Barcelona ha cumplido de nuevo", ha celebrado el consejero delegado de la patronal GSMA, John Hoffman, quien también ha destacado en un comunicado la "energía y vitalidad" del evento.

La asistencia ha quedado cerca del récord de 109.000 visitantes que se registró en el año previo a la pandemia. Este ejercicio ha contado con más de 2.700 expositores, patrocinadores y socios, así como unos 1.100 ponentes repartidos en 260 sesiones.

La IA y el 5G, en el centro

La irrupción de la inteligencia artificial, llamada a transformar la mayoría de ámbitos de la tecnología, así como el despliegue de las redes de alta capacidad 5G y las estrategias para rentabilizar las elevadas inversiones que requiere, han marcado un congreso en el que las firmas asiáticas han vuelto a demostrar su músculo.

Tras cuatro años de restricciones pandémicas, los visitantes asiáticos han regresado al certamen, lo que ha disparado la cifra total de asistentes respecto al año anterior. En total, la organización cifra en 205 las nacionalidades totales de los visitantes.

El futuro del MWC

De momento, el Mobile seguirá creciendo, especialmente a partir de 2027, cuando puedan ganar 60.000 metros cuadrados más del Hall Zero de la Fira de Barcelona, cuyas obras se iniciaron hace unos meses.

"Hasta entonces, tocará encajar todas las piezas", ha señalado Hoffman. De momento, lo que ya tiene fecha es la próxima edición, que se celebrará del 3 al 6 de marzo, pasando a ser la primera semana de marzo en lugar de la última de febrero, como hasta ahora.