El rey del queso TGT se recupera del traspié de la pandemia y comprime un 90% sus pérdidas

El fabricante de quesos Teodoro García Trabadelo (TGT), con sede en Viladecans, avanza en la senda de la recuperación. Tras el duro tropezón pandémico, que le hizo perder 24 millones en dos ejercicios, la firma ha reducido un 90% sus números rojos, hasta dejarlos en 1,3 millones.

En el ejercicio 2022, la facturación de TGT subió un 30%, hasta 464 millones, la más elevada de su historia. El registro es también un 21% superior al de 2019, el año antes de la pandemia, cuando contabilizó 384 millones.

Patrimonio macizo

Los avatares pandémicos de la firma apenas han provocado rasguños a su balance. La robustez económica se mantiene firme, pues la empresa registró durante más de medio siglo números negros. Gracias a esa rentable trayectoria, ha acumulado unos activos de 365 millones y unos fondos propios de 171 millones.

El murciano Teodoro García Trabadelo fundó en 1963 la compañía en Barcelona para distribuir queso, en una España en blanco y negro que entonces se abría al mundo. Había emigrado a Catalunya para franquearse camino y terminó erigiendo un negocio millonario.

Mercados

TGT fue creciendo con la importación y distribución de productos de Francia, Alemania, Holanda y Suiza, hasta entonces prácticamente inéditos en el mercado peninsular. Tras el fallecimiento del creador, su vástago Teodoro García Giménez recogió el testigo en 2014, y desde entonces dirige el vasto conglomerado.

Los tentáculos de TGT son enormes. Constan de 17 delegaciones en diferentes localidades españolas, así como de 9 fábricas propias y otras tres integradas. En ellas elabora más de 2.000 referencias queseras, que comercializa en más de treinta mercados, aunque su punto fuerte es el nacional. Las empresas del conglomerado suman 1.000 empleados.

Marcas y productos

Entre los quesos que fabrica TGT se encuentran algunos de los más demandados del mercado español, como el de tetilla, manchego, roncal o el de cabra; e incluso en los últimos tiempos se ha abierto a la venta de modernidades como las perlas Oh My Cheese o el queso rallado, entre otros.

Vende los productos a marcas blancas de supermercados y también de forma directa con su propia enseña TGT a restaurantes, bares, cafeterías y tiendas de alimentación.