Cafetería, accesorios y la decoración más chic. Entrada de un día, bonos especiales o acceso a eventos exclusivos. Podrían ser los reclamos de un spa o un salón de belleza, pero hoy en día lo son de centros deportivos. Son los gimnasios boutique, una extendida moda en Barcelona.
También los hay que apagan las luces y suben la música para vender al usuario una experiencia que simula una fiesta donde las copas se cambian por batidos de proteína. Así, logran atraer a la generación Z y a los millennials, el público que, según explica el consultor fitness y CEO de WUICS, Pere Solanellas, más consume el innovador formato para hacer deporte. Y es que, igual que en las discotecas, las empresas del fitness "han de atacar a un público concreto" para garantizar la rentabilidad y la continuidad.
Expansión de los gimnasios boutique
El concepto de gimnasio boutique llegó a España procedente de Estados Unidos hace años, pero su éxito se disparó después de la pandemia. Se trata de un modelo que, como apunta Manel Valcarce, CEO la consultoría especializada en Fitness Valgo, "siempre ha existido con centros de yoga, pilates u otras modalidades".
No obstante, en la postpandemia, el público se volvió más exigente y, consecuentemente, la oferta de centros deportivos se diversificó para cubrir las demandas. Los nuevos centros de moda, en este sentido, pudieron aprovechar el aumento de interés por el deporte abriendo locales más pequeños. "Mientras un gran operador necesita unos 3.000 metros cuadrados, un pequeño centro puede avanzar con locales de entre 200 y 400 metros cuadrados", añade Valcarce.
Varios profesionales del ejercicio físico, por su parte, coinciden en que este modelo de gimnasio, que incluye a centros como Trib3, Lapso Studios o Fitboxing --cada uno centrado en un tipo de entrenamiento-- son una oportunidad para atraer a clientes que nunca han hecho deporte.
Ubicaciones céntricas
Ángeles de Santiago, CEO y presidenta de la consultoría MAS, insiste en que el sector del fitness sigue la línea del retail con "la especialización que pide el consumidor". Para la experta, los boutique se pueden explicar como "un modelo de capricho" que puede crecer en las grandes ciudades gracias a su capacidad de irrumpir en el centro.
"Hace unos años los grandes operadores copaban todas las calles de Barcelona. Gracias al poco espacio que necesitan estas nuevas empresas, es más fácil que entren en el mercado", explica de Santiago. No obstante, a pesar de su creciente fuerza en la ciudad, la consultora remarca que "en ningún caso son un peligro para el resto de gimnasios". "Solo hace falta mirar a Estados Unidos", apunta.
Un modelo menos rentable
Coincide con ella Solanelles, que asegura a este digital que han proliferado pero que su crecimiento es "más complicado" que el de una gran cadena de gimnasios. "El auge de los gimnasios boutique es relativo porque no son tan buen negocio como el de los grandes del sector", explica.
Para el CEO de WUICS, es un modelo "menos rentable" porque está más ligado al "autoempleo que a la expansión en franquicias". "Los gimnasios convencionales son muy rentables porque los usuarios hacen un pago mensual, vayan o no", recuerda Solanelles. En los boutique, generalmente, los clientes pagan por sesiones o por "packs de sesiones". "Al principio se trabajaba únicamente con entrada diaria siguiendo el modelo estadounidense. No obstante, para adaptarse a las demandas del público español, se apostó por el pago de varias sesiones a la vez con un precio más atractivo", explica de Santiago.
Barcelona, superior en demanda en España
Walter Ferreyra, director de Retail de Busquets Gálvez, asegura que el valor añadido de estos centros recae en la atención al cliente. "Mientras los gigantes buscan el volumen de clientes los pequeños centran su estrategia en la fidelización", explica. En esta línea, cree que es una rama del fitness que no "saturará" el mercado porque la demanda está en constante crecimiento.
Para corroborar la capacidad que tiene Barcelona de acoger una oferta muy amplia de centros deportivos, Solanellas hace referencia al índice de penetración de los gimnasios entre la población mayor de 15 años: la media española ronda un 11,6% y en Barcelona asciende a un 20% --aproximadamente--. A su parecer, hoy en día "está más saturado Madrid que Barcelona".
Apuesta por Barcelona
El interés de las marcas emergentes en el fitness en la capital catalana se materializa con apuestas como la de Body Fit Training (BFT), la franquicia australiana que ha elegido Barcelona para iniciar su expansión en España.
El centro, que pertenece al grupo Xponential Fitness, abrió sus puertas el pasado 28 de febrero en el Eixample. Esta apertura, según la compañía, fue el pistoletazo de salida a su plan de expansión en España: esperan abrir hasta 10 boutique studios este 2024. "Barcelona se postula como una ciudad clave para esta nueva tendencia del fitness con estudios enfocados al entrenamiento funcional", aseguran desde la marca.
Una tendencia de crecimiento que se complementa con la expansión de Lapso Studios o de Trib3, que abrirá su quinto establecimiento en Barcelona este marzo.
La evolución de los 'low-cost'
Mientras los pequeños centros se expanden, son muchas las voces que apuntan a que los famosos gimnasios low-cost se están deshinchando. No obstante, los expertos del sector niegan esta teoría y hablan de una nueva tendencia: la unificación de marcas.
Como ha pasado con McFit España --comprado recientemente por Basic Fit-- o Duet Fit --comprado por Viva Gym--, las cadenas se están fusionando y están evolucionando a un modelo de "smart gym", como indica Solanellas.
"Este tipo de gimnasios ha aumentado unos 10 euros de media la cuota mensual desde su llegada en 2010", apunta Valcarce. Ante la obligación de subir precios, las empresas han optado por ampliar su servicio y cada vez quedan menos centros con tarifas inferiores a 20 euros. "Con la entrada de los fondos de inversión, el negocio de los low-cost ha dejado de ser operacional y ha pasado a basarse en el puro modelo de compra-venta", opina Solanelles.
Los gimnasios municipales, a niveles prepandemia
Gimnasios de cuota media, como DiR, trataron de competir contra los low-cost con una bajada de precios pero se vieron obligados a cambiar de estrategia con la crisis derivada de la pandemia. Actualmente, DiR ha diversificado sus centros con la llegada de los B-Dir --que no requieren de instalaciones tan amplias-- e incluso han apostado por un modelo más personalizado con su espacio DiR Bootcamp.
Mientras tanto, los gimnasios municipales han registrado un aumento de socios desde el 2020 que ha hecho que en 2023 las cifras rocen los números prepandemia. En diciembre de 2023, según datos a los que ha tenido acceso Metrópoli, Barcelona tenía 183.367 abonados en sus centros públicos.
80 nuevos centros desde 2020
Desde 2020, en Barcelona han abierto 80 gimnasios privados: 27 tienen una superficie superior a 500 metros cuadrados, 33 entre 200 y 500 metros cuadrados, 17 entre 100 y 200 metros cuadrados y 3 tienen menos de 100 metros cuadrados.
Estas cifras plasman una realidad en la que, aunque aumentan los centros más pequeños, las grandes empresas han seguido viendo Barcelona como una oportunidad para establecer las grandes marcas del sector. Según las fuentes consultadas, en los próximos años se esperan más aperturas de gimnasios boutique por una cuestión de "disponibilidad de locales más grandes".
Además, la falta de espacio se suma a la regulación especial de gimnasios de Ciutat Vella, la avenida Paral·lel, Poble Sec, Sarrià, Gràcia y el Casc Antic d'Horta, donde las licencias y las condiciones de apertura están limitadas por el Plan de Usos de cada zona.