Foment reclama más tecnología para poder “gobernar la Gran Barcelona”

La mancha urbana que representa el área metropolitana de Barcelona es una de las mayores de Europa, y cualquier reto de futuro se debe abordar en ese contexto. Los municipios, por sí solos, no llegarán a cubrir la demanda en vivienda, movilidad o en la reducción de la contaminación, que exige el cambio climático. Pero, ¿hay datos que sean fiables, que ayuden para implementar políticas concretas? Foment, a través de su think tank Rethink Barcelona, considera que se deben incrementar las herramientas tecnológicas, con la Inteligencia Artificial, para hallar respuestas. Porque, ¿cómo se usa el tiempo, qué elementos contaminan más y en qué zonas?, ¿cómo conocer una situación de desigualdad social clara? Sin ese nuevo conocimiento no se podrá gobernar la llamada Gran Barcelona.

Lo reclama Rethink Barcelona, que pertenece a la Societat Barcelona d’Estudis Econòmics i Socials de Foment, presidida por Fèlix Riera. La Inteligencia Artificial debe permitir ese mayor conocimiento con la determinación de gobernar, de forma conjunta, el área metropolitana de Barcelona. “Debemos actuar para configurar las ciudades”, señala Riera, con el objetivo de asumir políticas conjuntas. La principal debe encaminarse a resolver el “enorme problema” de la falta de vivienda. Pero antes se debe confiar “en el tercer sector”, que se considera que es el que conoce en mayor medida las necesidades sociales.

Fèlix Riera, Sánchez Llibre, Ciril Rozman y Glòria Marin, en el acto de Rethink Barcelona MA

La simbiosis con el tercer sector debe ser total, a juicio del organismo de Foment. Su propio presidente, Josep Sánchez Libre, reclama que se actúe con esas entidades, junto con las administraciones públicas y la empresa privada, siempre en colaboración “público-privada” cuando “se necesite”.

La llamada Gran Barcelona ha sido uno de los objetivos de los alcaldes metropolitanos, en su mayoría, y desde la recuperación de la democracia, en manos de partidos de izquierda, el PSC e ICV en su momento. Pero hay una cierta resistencia a que haya una integración, o a que la actual Área Metropolitana de Barcelona (AMB) adquiera mayores competencias. Se defiende, por tanto, la “soberanía local”, como algunos alcaldes la denominan. Sin embargo, en cuestiones como la movilidad, la gestión de residuos o los planes de construcción de viviendas se pide una mayor coordinación.

Lo que Rethink Barcelona reclama es que la tecnología sirva, realmente, para profundizar en las necesidades y desde ese punto de partida, se implementen políticas mucho más finas que las actuales. La idea de Riera es que no se debe hablar más de ciudades en transición, hacia un nuevo modelo por las exigencias del cambio climático o por los nuevos hábitos de los ciudadanos, sino que es necesario crear algo nuevo. “No nos encontramos en un momento de transición de las ciudades, sino que es un momento en el que se debe actuar para configurar nuevas ciudades”. Es decir, no se debe actuar con una actitud defensiva, sino de forma pro activa, “con el objetivo de la ciudad inteligente".

Empresas comprometidas

¿Faltan datos, falta una nueva metodología? El área metropolitana de Barcelona y toda la región metropolitana, que abarca hasta 5,2 millones de ciudadanos, debe poder superar tres retos que ya están presentes: el desarrollo tecnológico, el cambio climático y la desigualdad social. Para ello hay que saber interpretar los datos que ya se tienen o, a través de la Inteligencia Artificial, desarrollar nuevos modelos que puedan acercar la realidad al responsable político. Esa es la premisa de Rethink Barcelona, que insiste en abordar cualquier cuestión “en clave metropolitana”.

Una bloque de vivienda social en construcción en el área metropolitana ARCHIVO

Lo urgente atañe, en todo caso, a la desigualdad social. El informe de Rethink Barcelona insiste en ello y pide mejorar en grandes campos como la educación, o el acceso al mercado laboral y la sanidad universal. Todo debe llevar a la “igualdad de oportunidades” y asegurar “la cohesión social”. El mensaje procede de la patronal Foment, que entiende que las empresas deben fortalecer su dimensión social, para ser “socialmente responsables”, siguiendo el modelo que defiende Llum Delàs, presidenta de la Fundación Roure, que participó en una de las sesiones de Rethink Barcelona.

El foco, para reducir esas desigualdades latentes en toda el área metropolitana, es la vivienda. “La cohesión social se puede romper”, indicó Josep Sánchez Llibre, en la presentación del informe este jueves. Pero, ¿quién y cómo construye vivienda? Aquí, a juicio de Foment, no puede haber otra salida que la colaboración público-privada. El ámbito debe ser el metropolitano, y los esfuerzos conjuntos de “administración, tercer sector y empresa privada”.