Una carnicería y charcutería en una imagen de archivo

Una carnicería y charcutería en una imagen de archivo EUROPA PRESS

Economía

Las carnicerías desaparecen de los mercados de Barcelona

La falta de relevo generacional y los cambios en el hábito de consumo abocan a los negocios al cierre

6 abril, 2024 23:16

Los comercios tradicionales están abocados al cierre. Todos los sectores languidecen ante la falta de relevo generacional y los escollos legislativos. Ocurre, sobre todo, en comercios pequeños de barrio que tienen clientes habituales del vecindario. Una situación que se acentúa en carnicerías y charcuterías de Barcelona.

La capital catalana cuenta con 1.032 establecimientos categorizados como ‘carne y cerdo’, de los cuales 477 se encuentran en los mercados municipales, según datos aportados por el Ayuntamiento. Aunque es una cifra bastante elevada, con el paso de los años disminuirá.

Sin embargo, según el presidente del Gremi de Carnicerías y Charcuterías de Barcelona, Prosper Puig, hace un tiempo había 50 paradas de su sector en cada mercado. Bajaron hasta 25 y ahora puede que haya incluso solo una. Puig asegura que actualmente los establecimientos son más grandes, pero con menos operadores. “Antes había diferentes tipos de tiendas: carnicerías, charcuterías, especializadas en algún tipo de carne como cerdo, ternera, o quesos… Se han reducido muchas paradas, pero porque se han integrado en otro formato de oferta comercial”, explica el presidente del Gremi a Metrópoli.

Menos carne fresca y más precocinados

Hace unos años, el sector sufrió una “hemorragia” de cierres y bajada de socios que ahora, poco a poco, están revirtiendo, aunque “todavía no hemos recuperado los asociados que teníamos antes. Estamos en un 40%”, detalla Puig.

Un puesto de carne en la Boqueria

Un puesto de carne en la Boqueria BOQUERIA

Hay diferentes factores que explican la caída de carnicerías y charcuterías en Barcelona. Uno de ellos es el cambio de hábitos de los consumidores. “Cada vez vendemos menos carne fresca, mientras que aumenta el consumo de platos precocinados”, detalla Puig. Según datos del Ministerio de Economía y Comercio, el 80% de la carne se vende en supermercados. Con esto, el sector cárnico se ha visto obligado a adaptarse a la demanda actual para evitar su desaparición. Si hace décadas sólo vendían carne o embutidos, ahora tienen como complemento una cocina.

De los restaurantes a las carnicerías

Otro de los grandes problemas es la falta de relevo. Las nuevas generaciones prefieren trabajos menos exigentes o que requieran de menos dedicación. “No encontramos gente con vocación que se quiera dedicar a esto”, lamenta Puig, que recuerda que es un tipo de negocio que si se sabe llevar, “tiene futuro”.

Para hacer frente a esta falta de relevo y aprovechando la transformación de la oferta, muchas carnicerías buscan gente que no sea estrictamente carnicera. Con el aumento del consumo de platos precocinados, el presidente del Gremi señala que están interesados en contratar a gente que se ha formado como cocinero para que elaboren los platos en la carnicería. “A menudo, son trabajadores muy quemados por la restauración que prefieren trabajar aquí porque tienen mejores condiciones laborales”, indica Puig.

Persecución de las administraciones

Del mismo modo que el resto de los negocios tradicionales, las carnicerías se enfrentan a una carga administrativa “que no se puede asimilar”, según el presidente del Gremi. “Tema sanitario, ambiental, protocolos…una microempresa no lo puede asumir todo. Siempre legislan para las grandes empresas, pero lo acabamos cumpliendo únicamente los pequeños”, denuncia Puig. “Si una carnicería se tiene que adaptar, no sólo a los cambios de consumo y oferta, sino también a las introducciones tecnológicas que nos impone la administración, pues termina cerrando. No puede ser que nos pasemos más horas delante del ordenador que elaborando y vendiendo nuestro producto”, concluye.  

El papel de las carnicerías halal

En Catalunya ganan protagonismo las carnicerías halal, donde en la última década se ha duplicado el nombre de empresas del sector, según datos de Promotora dels Aliments Catalans (Prodeca), que depende de la Generalitat. Concretamente hay unas 150 empresas con certificación halal de las 320 que hay en todo país. Esto convierte al territorio catalán en el líder de España en este tipo de oferta cárnica. Preguntados sobre los datos en Barcelona, el Ayuntamiento no dispone de cifras detalladas.

Mientras aumentan este tipo de establecimientos, los locales tradicionales se ven abocados al cierre. Pero no es una relación causal. De hecho, el presidente del Gremi desvincula la desaparición de las carnicerías de proximidad al boom de las halal. “Tienen su público. Nosotros nos hemos tenido que adaptar a los nuevos consumos de nuestros clientes. Su comprador, en cambio, es muy fiel porque se basa en una cuestión religiosa”, explica Puig a este digital.