A las puertas del verano, el Aeropuerto de Barcelona-El Prat prevé una temporada de récord en la afluencia de pasajeros. En lo que va de año ya se han superado las cifras prepandémicas del mismo periodo, y todo apunta a que esta tendencia de crecimiento se mantendrá a lo largo de 2024. En caso de que se cumplan las previsiones, el aeropuerto barcelonés alcanzaría el máximo histórico que se registró en 2019, que fue de 52 millones de viajeros.
Además del tráfico de pasajeros, también crecen los vuelos de largo radio. Para este verano están programados 50 destinos intercontinentales sin escalas, la cifra más alta de la historia de la infraestructura. Será el primer verano con esta cantidad de destinos, ya que en 2023 se operaron 46 destinos. Este overbooking de aviones y pasajeros pone en jaque tanto a las aerolíneas como a los trabajadores, que consideran que el Aeropuerto está "saturado".
Una de las últimas compañías aéreas en llegar a Barcelona ha sido Cathay Pacific, que después de cuatro años, vuelve a conectar la capital catalana con Hong Kong. Se trata de una aerolínea de prestigio que, en estos casos, se ubicaría en la Terminal 1. Sin embargo, la han situado en la Terminal 2, donde se encuentran las low cost.
Otra de las compañías que ha notado esta saturación en el aeropuerto es American Airlines. La aerolínea envía mensajes a sus pasajeros en los que recomienda llegar con suficiente tiempo de antelación (tres horas y media antes) “debido al aumento de viajeros que salen del Aeropuerto y a la necesidad de un servicio temporal de autobuses para embarcar en los aviones” y no desde la propia terminal a través de las pasarelas.
Malestar entre los trabajadores
El malestar es más evidente entre los trabajadores de los controles de seguridad, que no descartan convocar una huelga. Los controladores denuncian una mayor carga de trabajo para la que no tienen todos los recursos que necesitan. “Estamos reventados porque crece el nivel de trabajo, pero no se amplía la plantilla. No podemos comer ni ir al baño tranquilos, porque todo son prisas”, asegura a Metrópoli la portavoz del sindicato ADN del Aeropuerto, que quiere mantener su anonimato. Actualmente hay unos 500 empleados en los puestos de control, una cifra "insuficiente".
La portavoz del sindicato asegura que el repunte de pasajeros se produjo desde que el Aeropuerto volvió a la normalidad tras la pandemia. No obstante, precisa que en 2023 se llegó “al máximo”. El problema recae en que la llegada de pasajeros se ha desestacionalizado. Mientras que años atrás la afluencia incrementaba en verano y en Navidad, ahora se observa todo el año. “El Aeropuerto está al límite. Ya hemos alcanzado cifras históricas y todavía no ha pasado la temporada estival. Está completamente saturado”, lamenta la portavoz a este digital. El próximo viernes 28, el comité de empresa se reunirá para analizar la situación y valorar si convocan una protesta.
Fuerte crecimiento en 2024
La recuperación del aeropuerto barcelonés se registró en 2023, cuando se llegó hasta los casi 50 millones de pasajeros, acercándose al total de 2019 (52 millones). Pero un claro ejemplo de este crecimiento son las cifras alcanzadas en lo que va de año.
De enero a mayo de 2024, el Aeropuerto de Barcelona ha superado las cifras de hace cinco años. En concreto, ya han pasado por El Prat 21 millones de pasajeros, mientras que en el mismo periodo de 2019 lo hicieron 19,4 millones. Los meses con mayor afluencia han sido abril y mayo, con 4,6 y 5 millones de usuarios respectivamente.
En cuanto a operaciones, en mayo se han gestionado 31.593, lo que representa una subida del 10% respecto al mismo mes de 2023. El incremento en este caso con respecto a mayo del año previo a la pandemia es del 1,4%.
Más vuelos intercontinentales
Los vuelos intercontinentales también ganan protagonismo. Según el Comité de Desarrollo de Rutas Aéreas (CDRA), desde 2020 hasta 2024 se han inaugurado 17 nuevas rutas –como Shenzhen o Dallas—y durante los últimos 19 años se han triplicado los destinos, de 17 a 50. En los últimos meses se han recuperado algunas de las rutas que se perdieron por culpa de la pandemia, como es el caso de la conexión entre Barcelona y Hong Kong.
Actualmente, el Aeropuerto cuenta con destinos 18 destinos a América a Atlanta, Boston, Los Ángeles, Miami, Nueva York, Filadelfia, San Francisco, Washington, Chicago, Montreal, Toronto, Calgary, México, Bogotá, Buenos Aires, Sao Pablo y Santiago de Chile. También conecta con el continente asiático con seis vuelos a Bakú, Singapur, Seúl, Hong Kong, Shenzhen y Pekín. En Oriente Medio llega a nueve destinos, como Ammán, Beirut, Tel Aviv, Abu Dabi, Dubái, Doha, Riad, Jeddah y Kuwait. Y 16 con África con Fed, Marrakech, Nador, Casablanca, Tánger, Rabat, Oujda, Ouarzazate, Tetuán, Argel, Orán, Banjul, Dakar, El Cairo, Luxor y Túnez.
Con esta cantidad de vuelos, el CDRA tiene como objetivo llegar a los 3,71 millones de pasajeros intercontinentales directos para 2025, una cifra precovid. Para conseguirlo ha fijado varios destinos que serán clave: Lima, Nueva Delhi, Tokio y Shanghái.
La llegada de más rutas y el crecimiento de pasajeros revive todavía más el debate sobre la ampliación. El Aeropuerto de Barcelona carece de pistas largas, necesarias para alcanzar los 250 kilómetros antes del despegue, necesarios en este tipo de vuelos. Sin embargo, con la infraestructura rozando cifras prepandemia y la fuerte apuesta por tener más rutas intercontinentales, el futuro del Aeropuerto de Barcelona todavía sigue encima de la mesa y sin ningún proyecto viable.