Más energía, a partir del trabajo realizado en los últimos años. El consejero y secretario del consejo de administración de Damm, Ramon Agenjo, ha asumido la presidencia de Barcelona Global. La asamblea general de socios del lobby empresarial lo ha nombrado este miércoles, sustituyendo a Maite Barrera. La entidad, formada por representantes de grandes empresas y también por pequeñas compañías de alto valor añadido, mantiene su apuesta por la capital catalana, con un objetivo claro: convertir la ciudad en la gran referencia europea en campos las ciencias de la salud, aunando esfuerzos entre empresas farmacéuticas, centros de investigación, universidades y el talento local y extranjero. Agenjo ha señalado que ese debe ser, precisamente, una de las grandes obsesiones: “Debemos atraer y retener el talento de impacto en la ciudad”.
El directivo de Damm ha tomado el relevo de Maite Barrera, con la voluntad de “aprender” y seguir el trabajo que se ha realizado, que, a su juicio, es ingente. Socio fundador del lobby empresarial, “barcelonés de toda la vida”, formaba parte de la comisión ejecutiva saliente y ha presidido uno de los proyectos de la asociación, como es Barcelona Obertura, dedicado a la música clásica.
Plan de vivienda para aumentar la oferta
Pero, ¿qué debe impulsar en el futuro Barcelona Global? Con un papel fundamental en el logro de que Barcelona sea la sede de la Copa América, con empresarios que jugaron la carta de la ciudad, como Daniel Puig, de la firma Puig, --miembro de la comisión ejecutiva que presidirá Agenjo—la entidad quiere ahora aportar soluciones sobre uno de los grandes retos: la vivienda. Barcelona Global señala que es una de las grandes carencias de toda el área metropolitana. Maite Barrera, que ha realizado un balance de los dos años en los que ha estado al frente, ha destacado un trabajo que tiene en marcha la entidad con el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat “para poner todos los elementos en juego, porque si se habla de vivienda, se debe hablar también de transporte, de comunicación en toda la gran metrópolis”.
Lo que suceda ahora en Barcelona con la decisión del Ayuntamiento de no renovar las licencias de los pisos turísticos para 2029, no se asocia a la falta de oferta de vivienda, según Barcelona Global, que estudiará esa cuestión dentro de su área de turismo. “Al margen de los pisos turísticos, creemos que sebe crear una oferta de vivienda, más vivienda, en el área metropolitana y ofreceremos una propuesta”, ha indicado Maite Barrera.
Agenjo asume el timón de una entidad que no ha parado de impulsar proyectos en los últimos años. Barcelona Global renueva su presidencia cada dos años, por lo que huye “de los presidencialismos”, según Barrera, y obliga a todos a recoger lo que se ha ideado, y proyectar para los siguientes presidentes nuevos programas y retos. “Las oportunidades que veo para nuestra ciudad son infinitas”, ha señalado Agenjo, con la voluntad de centrarse en ámbitos como la ciencia y la investigación, el deporte y la gastronomía o la cultura. Barcelona Global ha incidido en los últimos años en una cuestión, de forma machacona, la que recoge Agenjo: “Queremos a los mejores profesionales en Barcelona y para Barcelona, ya sean emprendedores, investigadores, directivos, artistas, deportistas, escritores o creativos de cualquier ámbito social y cultural”, tal y como lo ha comunicado en la asamblea de socios de la entidad.
Eso lleva a una petición, que ha caracterizado a Barcelona Global: la fiscalidad. Barrera ha insistido en ello, rechazando, sin embargo, que se asocie a la entidad con bajos o nulos impuestos. “Los impuestos hay que pagarlos y los defendemos. Pero hemos dicho que para una empresa que se inicia aquí es importante ayudarla para que pueda crecer y que no se vaya, precisamente, cuando alcanza una mayor dimensión”. Se trata, una vez más, de “buscar talento y retener el que tenemos, para que no se vaya”.
Compromiso de grandes empresas
Barcelona Global defiende, por tanto, lo que ha denominado Barrera como “corresponsabilidad público-privada”, en una ciudad global como la capital catalana que “sin ser una capital de Estado tiene los mismos problemas y desafíos que las grandes ciudades del mundo”.
La entidad cuenta con 1.223 socios, el 18% de ellos nacidos fuera de España. La media de edad es de 48 años.
Agenjo presidirá una nueva comisión ejecutiva con nombres que dejan constancia de la vinculación y compromiso de grandes empresas. En la comisión, de 20 miembros, habrá cuatro vicepresidentes: Michael Blackman (ISE); Carmina Ganyet (Colonial); Jaume Oliu (Harvest Capital Management) y Daniel Puig (Puig), el único que repite en el mismo cargo. De los 20 miembros, 16 ya formaban parte del órgano de gobierno, y cuatro se incorporan nuevos. Se trata de Maria Alsina, directora territorial de Caixabank en Barcelona; Ainhoa Moll, directora editorial de Prensa Ibérica; Lluís Torner, director del Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO), y Ana Vallés, presidenta y directora de Sorigué.