Barcelona es ambiciosa. Así se ha demostrado con el primer año de mandato del gobierno de Jaume Collboni, caracterizado por la atracción de competiciones deportivas internacionales. Poder gobernar en solitario ha dado vía libre a los socialistas para posicionar la capital catalana como una de las ciudades ejemplares en promoción deportiva y, por ende, también económica.
Entre las competiciones que se llevarán a cabo en la ciudad está la Copa América de vela, que se celebra de agosto a octubre de este año, y el reciente anuncio de la salida del Tour de Francia en 2026. También destaca el impulso de la Fórmula 1 para mantener la carrera en el Circuit de Catalunya, apuesta que se ha fortalecido tras el anuncio de un nuevo Gran Premio en Madrid.
Precisamente, la capital de España también ha entrado en el juego de la atracción deportiva, siendo un rival de Barcelona. Además de la Fórmula 1, Madrid también compite por ser la anfitriona de la final del Mundial de Fútbol de 2030, partido que también quiere albergar la capital catalana. Pero su candidatura no quita el sueño al concejal de Deportes del Ayuntamiento de Barcelona, David Escudé, que le preocupa “cero” lo que haga Madrid. En una entrevista con Metrópoli, Escudé afirma que "Madrid no es el gran rival de Barcelona para acoger la final del Mundial de 2030" y considera que la disputa será con Marruecos.
Inversión millonaria
Con un presupuesto de 5.000 millones de dírhams (460 millones de euros), el país africano proyecta en la ciudad de Casablanca un estadio con 115.000 asientos, superando al Santiago Bernabéu (85.000) y el nuevo Camp Nou (99.000). La intención del gobierno marroquí es empezar a construir el "mayor estadio del mundo" en 2025 y que quede listo antes de 2030.
Como pasa en este tipo de competiciones --como el Mundial de Fútbol de 2022 o el Mundial de Atletismo de 2019, ambos organizados en Qatar-- los países árabes apuestan con grandes cantidades económicas que están fuera del alcance de ciudades como Barcelona. No obstante, para Escudé “no todo se puede comprar con dinero”. Para el concejal, el factor diferencial es que, mientras que en este tipo de países "la aventura de los deportes ha fracasado porque es muy artificioso”, Barcelona “garantiza una organización excelente”.
Camp Nou y RCDE Stadium, protagonistas en el Mundial
A pesar de la inversión millonaria de Marruecos, Escudé lo tiene claro: “Soy muy optimista y presiento que Barcelona vivirá por primera vez una final. Vamos a por todas desde el primer día y no tiraremos la toalla”. La idea del concejal también pasa por que una de las sedes del campeonato sea el Stage Front Stadium del RCD Espanyol.
La candidatura de Madrid no será rival para Barcelona
El pasado octubre, la FIFA otorgó la celebración del Mundial a la candidatura conjunta entre España, Portugal y Marruecos. Sin embargo, Portugal se desmarcó de la final en señalar que “no van a hacer inversiones para ampliar la capacidad de sus estadios”. Así las cosas, la fuerza marroquí pasa por imponerse al Bernabéu o al Camp Nou y arrebatar a España la final de la Copa del Mundo. Aunque para David Escudé, Madrid no es rival, ya que "deberá superarnos en número de localidades". Para el concejal, la batalla se centraría solamente entre Barcelona y Marruecos.
Además del macro proyecto del estadio de Casablanca, las cinco sedes restantes de Marruecos también enfrentarán importantes reformas, con un presupuesto estimado de 14.000 millones de dírhams (1.285 millones de euros) hasta 2028. Las instalaciones en cuestión son las de Agadir, Marrakech, Rabat, Tánger y Fez. En España, sólo siete estadios cumplen con los requisitos de la Fifa para acoger el Mundial. Además del Bernabéu, el Camp Nou y el de Cornellà, también están el Metropolitano (Madrid), La Cartuja (Sevilla), San Mamés (Bilbao) y Reale Arena (San Sebastián).