Wakeful, la contratista del Ayuntamiento de L'Hospitalet que deja nóminas sin pagar
La empresa, afincada en Mataró, acumula desaguisados, deuda y conflictos laborales mientras encadena contratos municipales por todo el territorio catalán
Unos por otros y la casa sin barrer. Los auxiliares y conserjes subcontratados del Ayuntamiento de L'Hospitalet de Llobregat llevan meses sin percibir nóminas y finiquitos que se corresponden con la etapa en la que formaban parte de la empresa adjudicataria Wakeful S.L.
El consistorio metropolitano licitó en su día un contrato para aportar personal adicional de recepción, conserjería e información --entre otras-- para varios equipamientos municipales. Desde entonces, los conflictos laborales se han ido sucediendo con asiduidad.
Retrasos en los pagos
La empresa, dirigida por Alberto Torrejón y con sede en Mataró, ya recibió varios expedientes sancionadores por parte de Inspección del Trabajo por abonar tarde las nóminas a sus empleados.
Según el sindicato ADN Sindical Seguridad y Servicios de Catalunya, "no ha pagado un sueldo a tiempo desde marzo de 2024 hasta que se les ha terminado el contrato con el Ayuntamiento este pasado agosto", una máxima que niega la empresa al ser contactada por este medio.
En conjunto, el contrato municipal proveía de controladores y demás personal subrogado para una veintena de equipamientos, entre los que se encuentran casales para gente mayor, centros de formación y aulas de estudio.
Nóminas sin abonar
Se suma, por otro lado, que al cambiar de empresa, "ha quedado como deuda la nómina del último mes y los finiquitos por extinciones de contrato". El asunto, detallan, está en manos de nuevo de Inspección del Trabajo, pero también se ha llevado a los tribunales.
Pero pasan los meses y los empleados siguen sin cobrar, explica el sindicato. Preguntado por Metrópoli, Alberto Torrejón niega la existencia de deudas o de pagos pendientes. "Puede ser que, puntualmente, algún pago de nómina se haya retrasado algún día porque el día 5 de un mes caía en fin de semana, pero está todo pagado", pondera, y añade que, tras años de servicio al consistorio, aguantaron hasta su finalización "a pesar de que dejó de ser rentable por las subidas salariales de convenio".
Por otro lado, fuentes municipales confirman a este digital que la empresa "tuvo dificultades a la hora de pagar a sus trabajadores, según entienden, no solo a los adscritos al contrato con el ayuntamiento, sino que se trataba de una cuestión que afectaba a la empresa en general".
Cambio de empresa
Explican que el consistorio metropolitano, por estos motivos, ha hecho un seguimiento de la situación, teniendo en cuenta que es "una cuestión de la que debe responder íntegramente la empresa".
Sin embargo, una vez se ha extinguido ya el contrato, "este está pendiente de la verificación final del cumplimiento de las obligaciones del contrato. En función de la investigación se podrá determinar si existe o no algún tipo de responsabilidad".
Desde agosto, el servicio lo ostenta Can Cet, empresa que ha empleado a los mismos trabajadores subrogados de Wakeful. En este sentido, "el proceso de subrogación se está normalizando y el servicio se presta con normalidad".
Deuda millonaria
Tal y como avanzó Crónica Global, el consistorio es plenamente consciente de la deuda de 1,3 millones de euros que acumula la empresa en su rama de seguridad, Wakeful Security. Eso, no obstante, no ha sido impedimento para continuar ofreciéndoles contratos municipales. Al respecto, Torrejón detalla a este digital que Wakeful Security, pese a pertenecer al mismo grupo, "no tiene nada que ver con Wakeful S.L y no se las puede relacionar".
Asimismo, añade que no existe deuda alguna y que, en su conjunto, estas informaciones forman parte de "una campaña de desprestigio hacia el grupo empresarial". "¿En qué cabeza cabe que nos sigan dando contratos al grupo en 150 ayuntamientos de Catalunya si arrastramos una deuda?", se pregunta.
El pasado junio, el sindicato solicitó al ente municipal que congelara los pagos y facturas a la empresa hasta que esta "solucionara su deuda, como marca la ley de contratación pública".
Y este es, precisamente, el cántaro del que bebe Wakeful. La empresa se nutre de contratos públicos de ayuntamientos de toda Catalunya, en los que acumula problemas con sus empleados e irregularidades hasta el punto en el que está siendo investigada por la Oficina Antifraude.
Solo en Barcelona, se ha hecho con contratos para aportar personal de seguridad para eventos como La Mercè, el pesebre de la plaza de Sant Jaume, Fin de Año o la Cabalgata de los Reyes Magos.
En Santa Perpètua de Mogoda, la empresa se ausentó en hasta tres ocasiones durante la fiesta mayor del municipio, cuando tenían el encargo de prestar sus servicios en varios actos multitudinarios, según explica el ayuntamiento.