El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha anunciado este jueves que el Ayuntamiento invertirá 1.800 millones de euros hasta 2030 en medidas concretas para "acelerar" la descarbonización y adaptación de la ciudad al cambio climático.
El edil ha presentado el Plan Clima, la hoja de ruta municipal que define las medidas que se ejecutarán para mitigar y adaptar la ciudad ante los retos del cambio climático.
Lo ha hecho junto a la primera teniente de alcalde, Laia Bonet, en un acto en el Saló de Cent, que ha reunido a los equipos que lo han elaborado.
Descarbonización
El Plan Clima incorpora medidas encaminadas a reducir las emisiones de los gases de efecto invernadero y, a la vez, hacer la ciudad más resiliente, con infraestructuras mejor preparadas, para hacer frente a fenómenos climáticos extremos.
Collboni ha destacado que el Plan Clima materializa las ideas del que se presentó en 2018 para "pasar a la acción de forma acelerada".
Consiste básicamente en acelerar las acciones ante las consecuencias del cambio climático, especialmente en términos de calor y de gestión del agua.
Seis ejes de trabajo
Los objetivos del Plan Clima están distribuidos en seis ejes de trabajo: energía, movilidad, barrios, adaptación, calor y participación ciudadana, a cada uno de los cuales corresponde un plan.
Así, distribuye los 1.849 millones de inversión prevista, en los seis programas que lo conforman, más de la mitad de los cuales se destinan al Plan de Movilidad, que se lleva 1.095 millones.
Al Plan de Transición Energética se destinarán 268 millones; al Plan de Resilencia (que incluye la gestión del agua), 234 millones; al Plan Calor, 111 millones; al Plan Clima Barrios, 98 millones y al Plan Cambiemos Clima, 40 millones.
Extender la red de refugios climáticos
Bonet ha destacado por su novedad, el Plan Calor, fruto de la "urgencia" del incremento de las noches tropicales en la ciudad que se han duplicado en 30 años.
Aunque este plan se empieza a redactar, Laia Bonet ya ha anunciado medidas que incluirá como la de extender la red de refugios climáticos para que en 2030 todos los barceloneses tengan uno a menos de cinco minutos de casa y que en cada distrito haya un espacio de ocio con agua para los niños.