Vista de Tordera en una imagen de archivo

Vista de Tordera en una imagen de archivo Ajuntament de Tordera

Economía

Carles, de un piso en El Clot a Tordera: "Es imposible encontrar un alquiler por menos de 1.400 euros en Barcelona"

El joven, junto a su pareja Raffaella, se vio obligado a marcharse ante "los elevados precios en la capital catalana y la masificación turística"

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Los precios de la vivienda, la masificación y la percepción de inseguridad ahogan a muchos jóvenes que viven en Barcelona.

Algunos optan, en contra de su voluntad, por trasladarse hacia los municipios de la segunda o tercera corona metropolitana o, como en el caso de Carles y Raffaella, a replantearse su vida entera.

Este agosto, la pareja se ha mudado a más de 60 kilómetros de distancia de El Clot. Ante la finalización del contrato del piso y la negativa de la propietaria a renovárselo, tomaron la decisión de marcharse de la ciudad.

Vistas de Tordera

Vistas de Tordera Ayuntamiento de Tordera

Expulsados de Barcelona

No nos vamos por gusto, nos vamos porque somos una pareja joven que queremos disfrutar, vivir, ahorrar para comprarnos un piso y tener familia. Hoy en día, en Barcelona… es imposible”, lamenta Carles.

El joven, que es vecino de Badalona y vino a la capital catalana hace un año para vivir con su novia, tiene la misma sensación: “Me han echado de la ciudad. Siento que me han expulsado”.

A 60 kilómetros de Barcelona

Los jóvenes, de 30 y 32 años, se han mudado a Tordera este agosto, a un palmo de la Costa Brava.

Iglésia de Sant Esteve en Tordera

Iglésia de Sant Esteve en Tordera Ayuntamiento de Tordera

Cuando la casera les comunicó que no pensaba renovarles el contrato en el piso de El Clot, se vieron entre la espada y la pared. “Teníamos dos meses para encontrar un piso en Barcelona por menos de 1.400 euros”, explica el afectado.

Los jóvenes cuentan que su casera es la propietaria de todo el edificio, además de otros dos más en Barcelona y sabían que uno de los apartamentos lo había hecho recientemente de alquiler de temporada para poder incrementar la renta.

Construir una vida

Pese a que buscaron apartamentos, no encontraron ninguno acorde a sus necesidades. Aprovechando que la familia de Carles tenía una segunda residencia en Tordera, la pareja decidió tirarse a la piscina y no se arrepienten. “Somos muy afortunados”, reconoce el joven.

“No paran de subir los precios del alquiler. Al final, tienes que elegir entre vivir en Barcelona y apenas disfrutar de la vida o vivir fuera y poder hacer planes, ahorrar, viajar, etc”, argumenta la pareja.

El barrio ya no se siente como tal

La otra gran crítica de la pareja es la pérdida de identidad de los barrios de Barcelona, incluso en El Clot, que está alejado de las zonas más turísticas de la ciudad.

“Ya nadie dice buenos días y solo escucho inglés por la calle. No conoces a nadie ni te conocen”, asegura Carles.

Acceso al mercado del Clot

Acceso al mercado del Clot AJ BCN

La pareja dejó de disfrutar de los paseos por El Born, por los Bunkers del Carmel o incluso de ir a la playa.

“Mi día favorito es Sant Jordi y ya ni me planteo acercarme al centro por la masificación”, añade el joven.

Además, afirma que Barcelona “se ha vuelto un parque de atracciones” y que “terminará convirtiéndose en Venecia, una ciudad petada de turistas”.

Un sentimiento generalizado

La pareja explica que cuando se juntan con los amigos para comer o cenar siempre hay un tema que sale en la conversación: “¿Os veis viviendo en Barcelona para siempre?”.

Y la respuesta raramente es un “sí”. “Todos decimos que nos vamos a tener que acabar yendo por A o por B…”, lamenta Carles.

“Es una lástima que las administraciones no controlen el turismo y deje que los locales jóvenes nos tengamos que ir… Nadie nos ayuda ni pone límites”, concluye.