Jan Barthe (GoodNews): "Los grandes 'players' tienden a adquirir empresas como la nuestra"
La startup barcelonesa ha dado una nueva vida a los quioscos tradicionales y los ha remodelado con el objetivo de servir café y repartir prensa a precios un 35% más bajos que la competencia
20 abril, 2022 00:00Noticias relacionadas
GoodNews es una startup barcelonesa que arrancó hace un año y medio de la mano de los emprendedores Jan Barthe Cuatrecasas, Alejandro Catasús, Lucas de Gispert, Fernando Conde e Ignacio Campos. En plena pandemia, con todo cerrado y sin apenas poder salir de casa, los jóvenes se hicieron con un quiosco tradicional de la ciudad, le hicieron un lavado de cara y empezaron a regalar café a la gente que les explicara una buena noticia. Tras 18 meses de vida, la compañía cuenta con múltiples puntos de venta en Barcelona y Madrid, acaba de aterrizar en París y tiene el foco puesto en múltiples ciudades europeas. Este año espera cerrar con una cifra de negocio de más de 5 millones de euros y espera alcanzar el break even antes de diciembre. Lo explica en la siguiente entrevista con Metrópoli Jan Barthe, CEO y Co-fundador de GoodNews.
¿Cómo y cuándo nace la empresa?
Nace en septiembre de 2020 de la mano de cinco fundadores. Todos estábamos en distintos proyectos y coincidimos en que se nos habían paralizado por la pandemia. Fue entonces cuando decidimos dar el paso de emprender. El sector del café es un sector con el que nos sentíamos familiarizados, pero no a nivel profesional. A todos nos gustaba mucho y vimos que a los players tradicionales sus clientes les exigían nuevas costumbres a lo que ellos ofrecían. Starbucks, por ejemplo, te ofrece una experiencia de retail, pero nada más. Eso ya no se asocia con los nuevos hábitos de consumo de las nuevas generaciones.
GoodNews nace como un proyecto social y experimental donde queríamos comprobar cómo funcionaba el concepto de grab and go que en Estados Unidos ya se estaba llevando a cabo. La idea nos surge porque durante el confinamiento, cuando apenas se podía salir a pasear, el quiosquero del cruce entre las calles Balmes y Diagonal nos comentó que lo quería vender, que quería dejar Barcelona y nos preguntó si estábamos interesados.
En ese momento nos planteamos que podía existir la posibilidad del concepto grab and go en un quiosco que está en una calle concurrida y es 100% algo para llevar. Nos lanzamos, compramos el quiosco, lo transformamos en un concepto inspirado en el norte de Europa y empezamos a regalar café para ver cómo funcionaba el modelo a cambio de que la gente nos contara algo bueno que le había sucedido en los últimos días. Todo eran malas noticias por la pandemia y la gente llegaba allí y nos contaba algo bueno, nuestra misión en un momento de cuarentena era generar algo de buen rollo.
¿Y entonces empezáis a crecer?
Todo empieza en un quiosco de prensa, que en pandemia tenían una función social y podían abrir. Se empieza a viralizar de manera muy orgánica y nos empiezan a escribir quiosqueros de otros barrios de Barcelona y de otras ciudades pidiéndonos que les compráramos su quiosco. Entonces repicamos el modelo en plaza Sarrià.
¿Cuántos quioscos tenéis ahora?
El de Balmes fue el primero, luego el de Sarrià y el tercero en Paseo de Gràcia con Diagonal. Luego vino Sant Antoni, Glòries y Monumental. La idea es abrir un negocio en zonas prime de la ciudad y por cada 200.000 habitantes. En Madrid tenemos dos y en París uno.
¿Cuál es vuestro target?
Es una marca muy fresca, enfocada a las nuevas generaciones. Los millenials y la generación Z son huérfanos de Starbucks o Costa Coffee, no se sienten identificados con la compañía. Lo mismo pasa con Nespresso, donde las cápsulas están en desaceleración. Además, el precio es un 30-35% más barato que el de la competencia. Nuestra misión desde el primer día era ir al público joven.
¿Y siempre con el modelo grab and go?
El café es la segunda bebida mas consumida del mundo después del agua y el único producto que diariamente toman más de 2.000 millones de personas. Nos focalizamos en este modelo más de pick up store y articulamos una expansión primero nacional en zonas prime de la ciudad y luego fuera del país. Teníamos claro desde el principio que íbamos a poner una pata en retail. Si en el 2023 podemos tener 150 puntos de venta, el 80% serán locales. Con toda esta situación en octubre de 2021 la gente nos preguntó sobre la posibilidad de comprar café en internet.
¿Y les habéis hecho caso?
El 12% de los europeos compran café a través de internet y en China más del 30% también lo hace. En Europa el único player potente que tiene la capacidad de hacerlo es Nespresso y lo hace a través de las cápsulas. La gente joven ya no lo adquiere porque no se siente identificado con la marca, así que hemos decidido crear esta pata digital con el objetivo de ofrecer un café de calidad en grano. ¿El problema? Que necesitas una máquina superautomática para hacerlo en casa y son muy caras, mínimo 300 euros. Por este motivo hemos creado un modelo de suscripción de café que incluye la máquina. Hemos creado alianzas con grandes compañías para que nos proporcionen los aparatos y así el usuario pueda comprar nuestro café.
¿Habéis logrado muchas suscripciones?
Desde noviembre del año pasado que empezamos hasta ahora contamos con más de 300 suscripciones. Les mandamos un kilo de café GoodNews y ahora nos estamos dirigiendo a las empresas. En Europa hay en torno a 20 millones de pymes y queremos repicar el modelo de suscripción digital de tu casa, pero con empresas. Estamos en firmas como Danone y Wallbox y vamos a ir a CaixaBank, entre otras.
¿El café es vuestro?
Es propio. Trabajamos con brokers internacionales que tienen plantaciones identificadas y nos van enviando muestras en función de las cosechas. Tienen sus instalaciones en Cataluña, hacemos catas de café, ellos lo tuestan y nos lo mandan. Son sobre todo variedades procedentes de Brasil, Costa Rica, Guatemala y México.
¿Cuáles son vuestros objetivos?
El negocio es rentable en sus tres verticales y el objetivo es continuar expandiéndolas. La siguiente fase será unificarlo. La finalidad es que haya una aplicación en tu móvil y que el usuario tenga una red de grab and go. En cada ciudad donde estemos presentes el cliente podrá pagar con la app, podrá elegir desde su casa la suscripción y en las oficinas podrá gestionarlo todo. La ventaja competitiva que tenemos en Europa es que players como Starbucks o Costa Coffee están franquiciados y nosotros no.
¿Todas las verticales son rentables?
La de retail lo es, ha cerrado con Ebitda positivo. A nivel compañía todavía no lo somos, esperamos serlo a finales de este año.
¿De cuánto fue la inversión inicial?
En total hemos cerrado tres rondas. La primera fue de 300.000 euros, otra pre-seed de 1,5 millones, una seed de 3,5 millones y en los próximos meses esperamos levantar entre 8 y 10 millones en una nueva ronda.
Los cinco fundadores sois de Barcelona. ¿Los inversores de dónde son?
La mayoría de los accionistas son de Barcelona. Tenemos un fondo inglés pero la gran parte son inversores de España.
¿Ve dinamismo a la hora de invertir en startups?
Estoy 100% convencido en que el tejido de emprendedores existe, el emprendimiento en Barcelona y en España se está acelerando de una forma muy potente y lo único que le falta es crear un marco jurídico y económico. Pero el talento está en Barcelona. Hay startups espectaculares en esta ciudad. Tanto B2B como B2C, que su única dificultad es el acceso de capital. Lo bueno es que cada vez hay más personas o business angels que están diversificando, que están dejando de invertir en real estate para hacerlo en venture capital.
¿Considera que falta colaboración público-privada?
Se están moviendo cosas, pero tiene que haber más colaboración porque, por ejemplo, nosotros tenemos un año y medio de vida, hemos creado 80 puestos de trabajo indefinidos y lo hemos hecho con cinco millones de euros. La reflexión que debemos hacer es: apoyemos con los fondos europeos o con otros presupuestos a la creación de nuevas compañías porque es más trabajo que contribuye a la economía. Para ser rentable en alguna empresa hay que reducir, pero hay que crear nuevos accesos.
¿Algún organismo público se ha puesto en contacto con vosotros?
Desde el Ayuntamiento de Barcelona se pusieron en contacto con nosotros por algunas reticencias en el inicio. Más allá de esto estamos muy contentos, sabían que iba a ser polémico porque estábamos interpretando una normativa, pero en ningún momento estábamos incumpliendo la norma de los quioscos. Desde el Ayuntamiento nos enviaron un requerimiento para restituir el quisco a su estado original. Hablamos con Patrimonio y con varias personas más hasta que al final nos comentaron que iban a crear una comisión para modificar la ordenanza. Nunca nos han dicho nada más.
¿Más allá de café, qué más se puede encontrar en Good News?
Contamos con prensa, revistas y libros. Los diarios en nuestros quioscos se venden tres veces más que cuando había un quiosco tradicional. También nos hemos planteado hacer algo con la prensa digital, pero poner en común a todos los medios de comunicación es complicado.
¿Cuánto preveis facturar este año?
Más de cinco millones de euros.
¿Y cuántos cafés vendéis al día?
Más de 400. El target es de 35 años aproximadamente. El offline representa el 10%-12% y a final de año será más, la idea es llegar al 20%.
¿La inflación ha supuesto un problema para la empresa?
Ya antes de la inflación, con el colapso marítimo de hace un año, hubo un pico muy potente y esto afectó al precio del café. Todavía no había subido la inflación pero sí el coste del café. ¿Qué hicimos? Compramos una cantidad ingente de nuestras variedades de café, adquirirlas sobre terreno. Lo pagamos en ese momento, pero pedimos que no nos lo mandaran porque si no, aquí se estropearía. Tenemos stock hasta agosto, después ya veremos. Tenemos muy claro que no subiremos precios, el café tiene mucho margen comercial y no vamos a repercutirlo al consumidor. El café es muy sensible al precio, si tu cambias 10 céntimos ya se nota, tanto de subida como de bajada. Además, hasta día de hoy cuando pides un café con leche vegetal lleva un suplemento, en cambio nosotros nos hemos unido con Alpro y hemos rebajado 10 céntimos su precio. Es más caro, pero nos da igual, es una acción social.
¿En qué países queréis estar?
Más allá de España y Francia, que es donde estamos ahora, queremos llegar a Ámsterdam, Berlín y países nórdicos. Penetrar en Italia es imposible. Si nadie lo ha conseguido nosotros tampoco. La reinterpretación del modelo tradicional es que tú seas capaz de demostrar que eres mucho más rentable que Starbucks estando en la misma ubicación. Tu arca se dirige a gente joven y nativos digitales, por lo que le ofreces esa parte digital. La expansión es por ciudad más que por país. Capitales donde el PIB es más elevado.
¿Dónde ves GoodNews dentro de tres años?
Lo veo siendo una startup líder en Europa, siendo realmente el Starbucks de las nuevas generaciones. No solo en retail, sino también en consumo de hogar y consumo de oficina, una marca que vaya más allá del café.
¿Y si una de las grandes os quiere comprar?
En los últimos 20 años todas las startups de café que han ido saliendo han sido adquiridas por los players tradicionales. No ha habido ninguna que hayan dejado volar por sí misma. Starbucks desde los años 80 es líder de mercado porque toda su vida ha ido adquiriendo las compañías que le han ido haciendo sombra. En algunos casos las ha comprado y en otras las ha liquidado. En este mercado se hace mucho. Blue bottle coffee, por ejemplo, se dedicaba al café de especialidad y solo el 1% de EEUU que tomaba el café era de especialidad. Sin embargo, Nestlé lo compró porque les afectaba y pagó por ella 800 millones de euros. ¡Una startup que facturaba unos 30 millones! Son compañías que las multinacionales de este sector tienden a adquirir. ¿Que puede suceder con nosotros? Sí, los grandes players tienden a adquirir empresas como la nuestra. Pero no sabemos qué haríamos en ese caso.