Destrozado un coche por la caída de un muro de unas obras en la antigua sede de Henkel
El accidente tuvo lugar hace más de una semana y el turismo todavía está en la calle de Sicília lleno de ladrillos
9 diciembre, 2017 12:25Noticias relacionadas
Un coche ha quedado totalmente destrozado por la caída de un muro de contención de unas obras en la antigua sede de Henkel, en la esquina de la calle de Sicília con la de Còrsega. Algunos vecinos han explicado a Metrópoli Abierta que el accidente tuvo lugar hace algo más de una semana de madrugada.
A los vecinos de la zona les despertó, la madrugada del 1 de diciembre, un fuerte ruido. Algunos residentes bajaron a la calle y se encontraron con un vehículo totalmente destrozado.
Este sábado, 9 de diciembre, el turismo todavía se puede ver aparcado en la calle lleno de ladrillos y tapado, en parte, por un plástico negro. El lamentable estado levanta la curiosidad de los transeúntes y conductores, que se detienen a verlo y se preguntan qué ha pasado.
Fuentes municipales han informado a Metrópoli Abierta que tiene que ser el propietario del vehículo quien lo retire y que la Guàrdia Urbana ya se lo ha notificado. El Ayuntamiento no ha concretado ninguna medida específica de seguridad sobre las obras.
HOTEL Y VIVIENDAS
En la antigua sede de Henkel se está construyendo un hotel y viviendas de la inmobiliaria Solvia. "Viviendas exclusivas de 1, 2, 3, y 4 dormitorios. Casas unifamiliares con terraza y aparcamiento. Piscina comunitaria", reza la publicidad de la promoción en la calle de Sicília.
La CUP del Eixample ha denunciado el caso. Los antisistema aseguran que las obras del hotel en la Henkel "están poniendo en riesgo la seguridad de las vecinas. A este coche, que estaba en la calle, le cayó un palet de ladrillos encima", denuncia la CUP. Lo cierto es que si los ladrillos llegan a caer encima de alguien, las consecuencias podían ser fatales.
El proyecto de construir un hotel en los terrenos de Henkel nació con la oposición de los vecinos, contrarios a que hubiera un establecimiento de unas 180 habitaciones en una zona con muchos hoteles y una alta masificación turística. La licencia de obras se obtuvo por silencio administrativo durante el mandato de Xavier Trias y ha sido uno de los proyectos que la moratoria hotelera de la alcaldesa Ada Colau no ha podido detener.