La droguería Camps, uno de los negocios más simbólicos del barrio del Fort Pienc, en Barcelona, ha bajado la persiana definitivamente. Fundada en el año 1942 por Vicenç Camps Santacana, se autodefine como una empresa de carácter familiar, administrada por la tercera generación de la familia, que continúa la tradición y la actividad comercial originaria, vinculada tanto al comercio mayorista como minorista del sector.

El buen servicio era su lema. Ofrecían la más amplia gama de productos de bricolaje, restauración, limpieza, manualidades, artículos de bellas artes o envases plásticos y se sienten orgullosos de haber ofrecido variedad, productos de calidad de marcas reconocidas, un servicio personalizado y una atención inigualable.

La droguería Camps estaba especializada en productos de bellas artes y manualidades / LAURA GUERRERO



"SABÍAS QUE AQUÍ LO TENÍAN"

Ubicada en la Gran Via de les Corts Catalanes número 679 de Barcelona, en el Eixample, ha echado el cierre en agosto del presente año 2018. Los vecinos pueden ver la persiana bajada y un cartel en el que se puede leer lo siguiente: "Nuestra tienda cierra definitivamente. Os queremos agradecer la confianza que habéis depositado en nosotros durante más de 75 años. Muchas gracias".

Maria José, vecina del barrio, lamenta en declaraciones a Metrópoli Abierta el cierre del que para ella era un negocio necesario: "Cerraron hace 15 días y es una gran pena. Llevaban más de 75 años y me hubiese gustado que hubiesen estado 75 más. Si no encontrabas algo en otro sitio, sabías que aquí lo tenían. Siempre tenían de todo, por muy específico que fuera. Yo, por ejemplo, necesitaba un día un producto muy concreto para el suelo y solo lo encontré en esta droguería".



Cartel que se puede ver en la puerta de la droguería Camps / LAURA GUERRERO

"ERAN LOS MEJORES"

Maria José apunta al motivo del cierre definitivo de la emblemática droguería: "El negocio lo llevaba un matrimonio mayor y los hijos ya no estaban por la labor de continuar con el negocio familiar". "Es una pena porque últimamente los que trabajaban más eran dos empleados y creo que podrían haber seguido", ha añadido la vecina y clienta de la tienda.

El señor Benítez, vecino del Fort Pienc, ha reconocido que "eran los mejores". "Eran muy amables y los más profesionales. Es una pena que cierren. A mí personalmente me ha sabido muy mal, me ha afectado. Les tenía aprecio. Les iba a comprar pintura porque eran los mejores especialistas. Siempre te aconsejaban con mucho conocimiento", ha explicado el vecino a Metrópoli Abierta.

Interior del negocio antes de su cierre definitivo / DROGUERÍA CAMPS



ALQUILER "CARÍSIMO"

Sonia, trabajadora de Joguines Patricia, un negocio ubicado a escasos metros de la droguería Camps, ha confesado que entiende la decisión de cerrar la tienda: "Es normal, los alquileres en Barcelona son carísimos y son un matrimonio muy mayor. Es una pena porque era un negocio de toda la vida y tenían dos hijos y dos empleados".

Otro vecino del barrio, Juan (nombre ficticio), ha afirmado que no sabía que había cerrado de manera definitiva: "Pensaba que estaban de vacaciones. Eran vecinos del barrio de toda la vida y yo había comprado muchas veces en su tienda. No me lo esperaba".

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