El pub irlandés que sustituyó al venerable Restaurante Pitarra ha tenido apenas tres meses de vida. Ya vuelve a haber un cartel poniendo el local en traspaso, como ocurrió en su día. O sea, que el Pitarra vuelve a estar a disposición de quien lo quiera alquilar.

La historia del antiguo Restaurante Pitarra, sito en número 56 de la calle de Avinyó, en pleno barrio Gótico, agrega por tanto un nuevo capítulo a su legendaria historia.

Los vecinos sospechan que la causa del cierre es que el pub Scruffy Murphy's no tenía el permiso municipal para servir copas, pero que las servía. Así lo explica a betevé un vecino del pub, que ha tenido que convivir con el ruido provovado, por ejemplo, durante el Mundial de Fútbol

Sin embargo, en el Ayuntamiento de Barcelona aseguran no saber nada del asunto, que lo que les constaba era que la propiedad estaba realizando los trámites para adecuarse a la reglamentación para que el establecimiento cumpliese la normativa de locales públicos.

UN HISTÓRICO 

El Pitarra abrió como restaurante en 1890 con el nombre de Can Cisco. A lo largo de sus más de 100 años de historia cambió en diversas ocasiones de dueño. En 1987 se hicieron cargo los hermanos Roig, que decoraron el espacio con buena parte del material que fueron recuperando.

La joya del restaurante era el altillo -la rebotigadonde el dramaturgo y poeta Frederic Soler (apodado Serafí Pitarra) escribía y organizaba sus famosas tertulias. Qué ha sido de la trastienda sigue siendo una incógnita para los vecinos. 

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