La Sagrada Família es una de las grandes atracciones turísticas de Barcelona. Por ello, la crisis sanitaria por la pandemia del coronavirus, que está azotando no solo Barcelona sino al mundo entero, está afectando a aquellos espacios que dependen de su número de visitantes para tomar decisiones.
El monumento no se puede visitar desde mediados de marzo a causa del decreto de estado de alarma llevado a cabo por el Gobierno español, que ha comportado la reclusión de la población española en sus domicilios. Además, como no podría ser de otra manera, esta decisión también ha conllevado un dramático descenso del turismo en la capital catalana.
En el caso del templo, se ha optado por paralizar las obras de construcción para evitar posibles contagios por el Covid-19. Y ahora mismo es una incógnita cuándo se podrán reemprender los trabajos de edificación y en qué momento se recibirán a los primeros visitantes, por lo que los responsables del templo ya advierten que dependiendo de la duración de este parón se deberá reprogramar el calendario, que situaba la finalización de las obras en el horizonte del año 2026.
LOS TALLERES, FRENADOS
Según confirman fuentes del templo, el freno de la actividad ha afectado a todos los talleres de la Sagrada Família. Tanto el que se encuentra en Galera, donde se construyen las grandes piezas de piedra postensada, y el de les Borges Blanques, donde se corta y concentra el material que se usa en la construcción.
Pero, según informa este sábado La Vanguardia, aún es pronto para saber cuándo volverán los operarios y los turistas y habrá que restar atentos a las decisiones que toman el Gobierno y la Generalitat. Además, la vuelta a la normalidad en el templo se hará paulatinamente y, en el caso de la construcción, se tendrá que organizar por grupos y zonas para poder respetar las distancias de seguridad, según indica el diario barcelonés.
LA CAÍDA DEL TURISMO, UN MAZAZO
Cabe recordar que las obras se sufragan a través de las entradas que pagan los visitantes y en los últimos años esta cifra no ha parado de aumentar. En el 2019, el templo recibió a más de cuatro millones de personas.
Además, es probable que la caída del turismo tenga consecuencias en la cuenta de resultados de la Sagrada Família, que en estos años había aumentado su presupuesto anual, pasando de 80 a 103 millones de euros. De éstos, 55 se destinan solo a las obras.
SE RETRASAN LOS PLANES
La Sagrada Família tenía previsto acabar las torres de los cuatro evangelistas a mediados del año que viene. Estas se encuentran ahora a 108 metros de altura y, en unos pocos meses, debían superar ya los campanarios de los pináculos del Nacimiento y de la Pasión, que alcanzan los 112 metros.
Las esculturas que culminarán estas cuatro torres son obra del escultor Xavier Medina Campeny y forman parte de la iconografía cristiana y que representan a los evangelistas: un ángel en el caso de Mateo, un león en el de Marcos, un buey en el de Lucas y un águila en el de Juan.
La actual situación ha dejado la torre de María a 25 metros (tendrá 138) de llegar a su altura final. Según informa el rotativo catalán, esta parte debe estar lista en el 2022.
Noticias relacionadas
- La Sagrada Familia, iluminada en Semana Santa por Youtube
- La Sagrada Família cierra por el coronavirus
- La Sagrada Família pasa de cerrar y limita su aforo por el coronavirus
- VÍDEO: Esto es lo que pasa cuando tose una persona con coronavirus
- La Sagrada Família se iluminará de rojo en homenaje a Cáritas