Los gimnasios low cost llegaron a Barcelona para quedarse. El auge de la cultura del fitness en la ciudad ha hecho que muchos de los grandes locales de la capital catalana –donde había concesionarios, supermercados e incluso trasteros y parkings–, se conviertan en centros deportivos.
La gran mayoría aterrizan bajo la filosofía de ofrecer un entreno rápido adecuado al ritmo de la ciudad. Sus céntricas localizaciones hacen que, en ocasiones, los gimnasios se construyan en la parte baja de viviendas o que estén muy cerca de estas. Es el caso del gimnasio Fitness Park, una cadena francesa que se instaló en l'Antiga Esquerra de l'Eixample en diciembre de 2020 en el parking de un edificio y ha desatado una "guerra vecinal" con la dirección del establecimiento.
RUIDO Y VIBRACIONES
El centro, ubicado en la calle de Casanova con la calle París, tiene un horario de apertura de 6:00 horas a 1:00 horas de la madrugada y se encuentra en la parte inferior de un edificio de viviendas. Jaime de Prat Salomone, residente en el entresuelo, fue el primero en "sufrir las molestias" –provocadas por el ruido– y, a medida que Fitness Park amplió su actividad, más vecinos empezaron a presenciar el problema. "Hasta el vecino del ático nota los golpes", añade.
El conflicto, según de Prat, se desencadena en la sala de pesas del gimnasio. "El local está insonorizado como si fuese una discoteca", explica a Metrópoli: el impacto con el suelo de los objetos pesados con los que entrenan los clientes "no está regulado". Insomnio, estrés y desorden de la rutina son algunas de las consecuencias que el vecino asegura haber tenido desde la apertura del local.
PRIMERAS MOLESTIAS
Según relata el vecino –y ha confirmado la organización del gimnasio a este medio–, después de las primeras quejas –emitidas en diciembre de 2020–, una sonometría municipal determinó que el establecimiento vulneraba las limitaciones sonoras "a partir de las 23 horas".
En consecuencia, el gimnasio hizo unas modificaciones que "no fueron suficientes" según la finca (Fincas Ollé). Dichas obras, en palabras de Frédéric Conquet, director general de Fitness Park en España, "se hicieron de acuerdo a la Ordenanza Municipal de Paisaje Urbano de Barcelona", por lo que el centro asegura haber hecho "todo lo que estaba en sus manos".
ACTIVIDAD DIURNA
De Prat organizó una recogida de firmas en la que participaron 22 viviendas para que el Ayuntamiento actuase en torno a las molestias que producían más allá del horario nocturno. Uno de los requisitos para abrir un gimnasio en Barcelona –o en cualquier Ayuntamiento– es, según Fusión Ingeniería –una empresa de la ciudad que trabaja en el trámite de licencias de actividad para gimnasios–, "no causar molestias a los vecinos del edificio" donde estará el gimnasio.
Por ello, en el escrito que la finca emitió al gobierno municipal –el 31 de diciembre– pidieron que se volviesen "a realizar las pruebas de sonido desde las viviendas que lo soliciten" y se obligase a la empresa Fitness Park a "llevar a cabo las pertinentes medidas de insonorización y supresión de los elementos que producen ruidos y vibraciones".
INACCIÓN ADMINISTRATIVA
Seis meses después de la recogida de firmas, el Ayuntamiento acudió a realizar una sonometría –procedimiento habitual– durante el mes de junio. No obstante, de Prat explica que la problemática se apartó hasta agosto, cuando se presentaron más pruebas de las molestias, porque "justamente durante ese día, los ruidos fueron muy escasos".
Ante dicha demora, el afectado denuncia la "inacción" del Ayuntamiento desde diciembre. "Solo han actuado en dos ocasiones, cuando hemos llamado una cincuentena de veces a la Guardia Urbana y está a punto de cumplirse un año desde la apertura del gimnasio", apunta de Prat. En este sentido, asegura que cree que hay una "permisividad abusiva" con el centro, ya que, a su parecer, "sus justificaciones han valido más que las pruebas objetivas" en todo el proceso.
VOLUNTAD DE SOLUCIÓN
Conquet, por su parte, asegura que, cuando las primeras modificaciones no solucionaron la problemática vecinal, "hicieron todo lo posible para solventarla de nuevo". No obstante, "por problemas ajenos –que asegura desconocer–, las nuevas sonometrías necesarias para solventar los problemas persistentes no pudieron hacerse hasta agosto".
"No podemos iniciar unas obras sin las pruebas necesarias, necesitamos saber dónde está el fallo", explica el director. Además, para iniciar la reforma son necesarios unos "materiales concretos" que, según Conquet, son difíciles de conseguir. "La voluntad de solucionar cualquier problema que incumba molestias a los vecinos siempre ha estado", asegura. "El problema es que nos ha costado mucho entendernos", añade.
INICIO DE LAS OBRAS
Actualmente, Conquet asegura a este medio que ya contemplan una fecha para arrancar las obras definitivas: el 12 de octubre. "La demora se explica porque esta reforma ha de ser la definitiva", asegura. Según el director, con estos cambios se tendrán que cerrar zonas del gimnasio y "los socios se verán afectados", por lo que debía ser una acción "muy bien pensada".
A pesar de que De Prat ya ha sido informado –a través de la administración de su finca y de los abogados de Fitness Park– del inicio de las obras, asegura que, tanto él como el resto de afectados, temen que "la historia se repita", por "la falta de comprobaciones del Ayuntamiento" en ocasiones anteriores.
DEMANDA DE LOS VECINOS
La problemática de las Fincas Ollé no es un caso aislado. El gimnasio McFit ubicado en la calle Mallorca, en su año de apertura –2016–, tuvo que cerrar un espacio de sus instalaciones por las molestias provocados a los vecinos de los edificios colindantes. Además, la cadena adaptó su horario de apertura, abriendo una hora más tarde –a las 7:00 horas en lugar de a las 6:00 horas– y cerrando una hora más pronto –a las 23:00 horas en lugar de a las 00:00 horas–.
Tomando como referente la actuación del gobierno municipal en este emplazamiento del barrio del Clot, De Prat exige una actuación similar en su bloque. "No servirán de nada las obras si con modificaciones ineficaces el Ayuntamiento permite que la actividad continúe como si nada", concluye el afectado, que asegura no tener "esperanzas" en las mejoras que arrancarán del próximo 12 de octubre.