El Gaixample se prepara para acoger de nuevo el Barcelona Rubber Weekend. Después de un año de parón debido a la pandemia del covid-19, el evento social más importante para los fetichistas del látex se celebrará del 25 al 28 de noviembre. Un encuentro que alcanzará el clímax el día 27 con la elección de Mister Rubber Spain, el representante español del colectivo dentro y fuera de nuestras fronteras.
Desde Boxer Café Bar, el local de ambiente que regenta junto a su marido en el cruce de las calles de Casanova y de la Diputació, el periodista Joan Spin –que es también una de las personas que está detrás de la organización del foro– detalla para Metrópoli cada una de las actividades que están preparando: “El jueves montamos un welcome, tomamos unas copas y empezamos a vernos. Algunos se conocen, por fin, después de mucho tiempo siguiéndose en redes sociales. Al día siguiente, por la mañana, hacemos un tour por los sitios más turísticos de la ciudad vestidos con los trajes de látex. Esto siempre tiene éxito, la gente nos para y nos pide fotos. Esta vez haremos también un recorrido en golondrina por el puerto”.
Un taller para reparar ropa y complementos rotos, un mercadillo de compraventa de objetos o una reunión para abrillantarse los uniformes, mutuamente, con vaselina, son otras de las actividades previstas. Aunque el colofón será la séptima edición de Mister Rubber Spain en una ceremonia en el hotel H10 Casanova. Dos chicos compiten, de momento, por el título. Pero todavía hay tiempo para que se presente alguien más, puesto que las bases contemplan un máximo de hasta cuatro candidatos. En juego, un lote con descuentos y productos de la tienda de Spin, pases para discotecas LGTBI como Open Mind y Berlin Dark –que apoyan también a la organización– y el honor de representar a España en el certamen de Mister International Rubber que se hará en Chicago.
ELECCIÓN DE MISTER RUBBER SPAIN
Para alzarse con la victoria, los aspirantes deben someterse a una entrevista del jurado –compuesto por miembros nacionales e internacionales– y explicar qué pueden aportar a la comunidad si salen elegidos. “Hubo una vez un candidato que elaboró una campaña para concienciar a la población sobre el chemsex, otro lanzó un programa para visibilizar a las personas con VIH…”, detalla Àlex Coco, otro de los responsables del evento, en conversación con este medio.
Tras esta primera fase, la competición finaliza con varias pruebas en las que los concursantes deben demostrar sus dotes de showmen. “Responden a preguntas tipo: ‘Si montases un parque temático, ¿cuál sería la primera atracción que instalarías?’. Y deben contestar cosas como: ‘Un tobogán con lubricante’. Así vemos si tienen sentido del humor”, expresa. “Después preparan una actuación con música e improvisan. Fantasías del estilo: ‘Cuando llego a casa me ducho, me pongo el traje de goma, luego viene un policía y uh…’. Y lo último, la prueba sorpresa. Les damos una bolsa con varios objetos y tienen que inventarse algunas bromas. Ahí hay de todo, desde dildos hasta purpirina”, cuenta Coco. Al acabar, jueces y espectadores emiten su voto.
La corona de rey del látex se concede siempre para todo el año siguiente, por lo que en 2019 se eligió a Mister Rubber Spain 2020. El ganador fue entonces Santiago Martín, un madrileño residente en Suiza que ha visto alargado su reinado durante 2021 por el impacto de la crisis sanitaria. Hay que retroceder seis años para encontrar a un barcelonés accediendo al trono. Fue Eduard Gómez, nombrado Mister Rubber Spain 2016. Con una trayectoria “meteórica” en su papel de mister –según la organización–, llegó a representar a España en el Leather Pride de Amberes, en el Manchester Rubber Weekend, en la Fetish Week de Londres y en el Folsom Europa de Berlín. Además, fue el primer Mister Rubber Spain en cruzar el charco para participar en Mister International Rubber.
“Esto es un evento social-cultural. Es importante destacarlo, todo se basa en la cultura del látex y no directamente en el sexo, que en cualquier caso es una consecuencia de lo primero. Para que nos entendamos, somos como una peña de un equipo de fútbol. Gente que comparte una idea, unos colores, la ropa… Compramos los mismos gadgets, pósteres, montamos actos y quedamos para vernos. Ya ves, es lo mismo aunque con un nivel mayor de inteligencia”, ríe el televisivo Spin.
ENTRADAS ENTRE 30 Y 50 EUROS
Alrededor de 120 personas han confirmado su asistencia, la mayoría desde el extranjero. Los convocantes prevén que acudan a la cita visitantes de EE.UU., Canadá, Brasil, Australia, Chile y el resto de Europa. “También vendrán famosos”, señala Spin. Caras conocidas en el mundillo del látex y el BDSM como la dominatrix Mistress Minerva o el actual Mister Rubber Italy, elegido a finales de octubre.
Si quieren acceder a todos los actos programados, los visitantes pueden comprar uno de los packs que ha lanzado ya la organización: tickets por 30 euros para menores de 30 años y de 50 euros para el resto. “El precio incluye las 28 actividades que organizamos, incluido un brunch, el tour en golondrina y talleres”, expone Coco. Aun así, algunas de las actividades previstas son gratuitas o permiten la entrada con una donación de cinco euros al Barcelona checkpoint, el centro de detección del VIH y otras enfermedades de transmisión sexual dirigido a hombres gays y bisexuales y mujeres transexuales de la ciudad. Por otro lado, algunas de las fiestas nocturnas cuestan el precio de entrada al local.
BARCELONA, CIUDAD DE REFERENCIA PARA LOS AMANTES DEL LÁTEX
La primera edición del Barcelona Rubber Weekend se celebró en 2013. Ocho años más tarde, la capital catalana es la referencia para los fetichistas del látex en España y todo el sur de Europa. Una muestra de ello es el éxito que tienen los negocios de Spin en el corazón del Gaixample, en los que vende desde chaquetas o pantalones de caucho hasta consoladores y caretas, pasando por elementos para la práctica del bondage. Dueño de la tienda Boxer y el bar del mismo nombre, ha abierto recientemente Paca y Paco, otro establecimiento de productos de goma destinado a heterosexuales. Todo un imperio que va mucho más allá de Barcelona, con locales en Madrid, Torremolinos, Gran Canaria e incluso en Berlín.
Y es precisamente en la capital alemana donde se encuentra el centro mundial del fetichismo gay. “Ahí hay de todo”, afirma Spin. “Luego vienen las otras ciudades del país: Frankfurt, Stuttgart, Colonia… Londres, París y Ámsterdam también son polos de atracción. Barcelona no tiene nada que envidiarles, ya estamos en el mapa rubber a nivel continental”, se regocija antes de zanjar: “Además, nuestro evento es el cuarto más importante de Europa”.