Hace unas semanas, Barcelona recuperó uno de sus iconos modernistas más emblemáticos del centro: el Restaurante Reñé. Es una insignia de la Dreta del Eixample, que en marzo de 2020 sufrió las consecuencias de la pandemia, viéndose con la obligación de cerrar de forma indefinida.
Este enero, cuatro años después, el restaurante ha vuelto a subir la persiana tras una reorientación del negocio, dando vida de nuevo a todo un emblema del Eixample en la calle Consell de Cent, número 362. Esta vez, reconvertido por una pareja de inversores ucranianos en un Café-Bar que ocupa lo que en 1892 fue la antigua fábrica de bombones de la familia Reñé.
El restaurante ha reabierto en colaboración con Lonesome Dog, un proyecto fundado en Londres (Reino Unido) en 2014 que fusiona la gastronomía con actuaciones de música en vivo. Esta unión espera darle al negocio un toque innovador para ofrecerle al cliente una experiencia diferente.
HISTORIA DEL REÑÉ
En el año 1892, Josep Antoni Reñé –una familia campesina de Bellpuig– y un socio suizo fundaron la Fábrica de confitería y bombonería, La Suiza-Reñé. En 1910 pasó a ser una pastelería que se convirtió en el lugar de encuentro de la burguesía barcelonesa hasta 1993, cuando cerró.
En 2004, la familia Reñé decidió cambiar el dulce por lo salado y transformó el local en un bistró modernista de estilo parisino. Pero en marzo de 2020, la pandemia lo llevó a cerrar de nuevo de forma indefinida. Ahora, cuatro años después, el Restaurante Reñé ha reabierto con una propuesta que fusiona la gastronomía y la música en directo y con la esperanza de volver a ser el local de referencia del Eixample que fue en su día.
El local –declarado bien de interés cultural por el Ayuntamiento de Barcelona– mantiene su esencia modernista original. En la fachada puede leerse el letrero “Fábrica de confitería y bombonería”; se trataba de la pastelería de moda de la época. La decoración es obra del carpintero catalán Enric Llardent, que utilizó dos materiales: mármol para los zócalos de los escaparates y caoba importada de Cuba para todos los marcos.
MÚSICA EN VIVO
La oferta gastronómica del Reñé es para todos los gustos, con una carta mediterránea y una cocina de mercado. Dispone de tapas, platillos, arroces y pescados, con una fuerte apuesta por el producto local. Para seguir con la tradición, se ofrecen postres artesanales como en su día hacía la pastelería.
Y en la línea de Lonesome Dog el restaurante también incluirá un menú de fusión, con cócteles de autor y actuaciones musicales en directo, un estilo importado de los barrios londinenses más alternativos.