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Barcelona se despide este septiembre de uno de sus colegios con más historia. La Escola Mireia, ubicada en el barrio del Fort Pienc (Eixample), no volverá a abrir sus puertas en el curso 2025-2026, después de 65 años formando a generaciones enteras de alumnos. El cierre definitivo se anunció el pasado 15 de enero, generando una oleada de tristeza e incertidumbre entre familias, profesores y exalumnos.

Este no es un caso aislado: en febrero de 2024 ya se confirmó el cierre del Sagrat Cor de Ribes, otro centro emblemático de la zona. Ambos cierres reflejan una problemática creciente en la ciudad: el descenso sostenido de la natalidad y su impacto directo en la viabilidad de muchas escuelas históricas.

Más de 200 alumnos deberán cambiar de escuela

La Escola Mireia cuenta actualmente con unos 220 alumnos repartidos entre infantil, primaria y secundaria, todos ellos deberán ser reubicados en otros centros educativos de cara al nuevo curso. El Departament d’Educació de la Generalitat ha confirmado que el cierre es definitivo y no contempla ninguna reapertura.

Colegio Mireia del Eixample Google Maps

El director del centro, Gabriel Guim, señaló en declaraciones a Catalunya Ràdio que la bajada de matrículas desde 2008 ha sido “alarmante” y que ha convertido la gestión económica del centro en algo “insostenible”. La caída de la natalidad en el barrio ha sido un factor determinante en esta difícil decisión.

Una pérdida para la comunidad educativa

Durante sus más de seis décadas de historia, la Escola Mireia ha sido mucho más que un centro escolar: ha sido un espacio de encuentro, de aprendizaje y de comunidad. Su desaparición supone una pérdida emocional para muchas familias que durante años han confiado en el proyecto educativo del colegio.

El cierre del centro deja también un interrogante abierto sobre el futuro de otros colegios de titularidad similar en Barcelona, especialmente en aquellos barrios donde la natalidad continúa en descenso.