Barcelona ha sido históricamente una anomalía a nivel educativo al ser una de las pocas grandes ciudades europeas con más centros privados -de los cuales la mayoría concertados- que públicos. Sin embargo, este curso ha sido el primero en que la cifra prácticamente se equipara cuando un 49,6% de los padres y madres escogieron una escuela pública para sus hijos.
Ahora, algunos de estos centros concertados -y concretamente los cristianos- se han unido bajo una circular para denunciar que durante estos últimos meses “ha resurgido un debate que intenta acumular justificaciones para desacreditar la escuela concertada”.
La circular defiende que su modelo educativo queda recogido en la ley catalana aprobada por el Parlamento en 2006 con una amplia mayoría, por lo que las formaciones que se muestran reacias a esta normativa pretenden “limitar y coartar las libertades, personales y sociales, propias de una sociedad democrática de derecho y que son reconocidas internacionalmente”.
Según alegan desde Confederación Cristiana de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de Cataluny, “las fuerzas de izquierdas” fomentan una opinión contraria a las escuelas concertadas y las acusan de “llevarse el dinero de los públicas”, por lo que la plataforma anuncia que “ tocará manifestarse”.
EL CONSORCI LO NIEGA
Desde el Consorci d'Educació de Barcelona defienden que no existe ningún tipo de discriminación hacia las escuelas concertadas y alegan que, de momento, no se les ha trasladado ninguna queja formal. De hecho, la circular les ha llegado mediante las redes sociales.
La institución educativa considera que en Barcelona “no hay una guerra de modelos" y desde el consorcio "no se trata de dar preferencia a unos centros u otros”. Lo que debe primar, insisten, "es el servicio que se ofrece a los alumnos".