La jornada de huelga y protestas organizada a nivel estatal contra la LOMCE ha tenido un seguimiento desigual en Barcelona, donde unas 7.500 personas se han concentrado en la plaça Universitat para pedir la derogación de la ley educativa y el fin de los recortes. En las aulas, la Generalitat ha cifrado el seguimiento del paro en un 2,9% de los 82.735 profesores y personal administrativo de los centros públicos.

El bajo seguimiento de la huelga era previsible después del acuerdo suscrito en febrero entre el departamento de Ensenyament y los sindicatos para incrementar el cuerpo docente en 5.500 personas el próximo curso. Pero aun así los centros públicos han notado la ausencia de alumnos, que el Sindicat d'Estudiants ha situado en hasta un 90% en el caso de los institutos.

Bajo el lema 'Per la cohesió social. Ni LOMCE ni retallades', la manifestación organizada por sindicatos docentes, de estudiantes y asociaciones educativas ha sido una “jornada de solidaridad” con el resto del Estado, donde el seguimiento ha sido mucho mayor. Los sindicatos docentes (CCOO, UGT y STES) estiman que el 65% del profesorado ha secundado el paro.

POLÉMICA CON LA LOMCE

Los convocantes de la huelga no solo piden la derogación LOMCE, también quieren que la Generalitat revoque todas las medidas aplicadas de acuerdo con la polémica ley educativa y que, además, incremente el presupuesto de educación hasta el 6% del PIB. Desde el Govern han recogido el guante y el secretario de Polítiques Educatives, Antoni Llobet, ha reivindicado que la manifestación de este jueves es una muestra del “consenso general” en Catalunya contra la ley.

Llobet ha remarcado que el modelo del departamento no tiene nada que ver con la LOMCE y ha recordado que Catalunya apuesta por el aprendizaje competencial, mantiene las asignaturas de competencias artísticas y la Filosofía en los cursos de Bachillerato y que no firmó el convenio para implantar la FP básica.

El Marc Unitari de la Comunitat Educativa (MUCE), que agrupa a las principales asociaciones de defensa de la educación pública, también ha exigido la eliminación de “las pruebas de evaluación externas” y el fin de las “políticas privatizadoras del sistema educativo”. Precisamente este último punto ha generado ciertas tensiones entre la comunidad educativa.

LAS CONCERTADAS SE DESMARCAN

Las principales asociaciones de escuelas concertadas han asegurado que la huelga ha tenido un impacto mínimo en sus centros, pero por motivos totalmente distintos. La Agrupació Escolar Catalana y la Fundacio Escola Cristiana de Catalunya han reconocido que la marcha difícilmente iba a tener ningún seguimiento entre el profesorado porque el sindicato mayoritario en la enseñanza concertada, el USOC, no se ha sumado a la huelga.

Desde el sindicato explican que también están en contra de la LOMCE, pero que no podían secundar la marcha. “Estamos de acuerdo en todo lo que se reivindica: los ratios de alumnos, el mantenimiento de las aulas, pero solo lo piden para la escuela pública y nosotros defendemos la pública y concertada. Las dos redes de centros deben complementarse porque da libertad a los padres”, han asegurado.

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