El Ayuntamiento ha celebrado este martes una audiencia muy especial. Hasta 250 jóvenes de 6º de Primaria, Secundaria, Bachillerato y Educación Especial han participado en la XXII Audiència Pública de Nois i Noies de Barcelona. Se trata de una cita anual en la que los más jóvenes pueden trasladar a los dirigentes políticos sus sugerencias y propuestas para mejorar la vida en la ciudad y que este año giraban en torno a la acogida de refugiados. Un encuentro en el que los alumnos han lanzado un llamamiento en pro de la acogida pero también, en contra del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE).

Los participantes, que representan a cerca de 1.700 jóvenes de 41 centros educativos de la ciudad, han entregado un manifiesto en el que dejan clara su voluntad de cerrar el CIE. Tal y como expresan en el documento, consideran el centro como una cárcel para las personas sin papeles: "No es coherente que, en una ciudad que quiere acoger a más refugiados, haya un centro en el que no se respetan los Derechos Humanos", recoge la declaración.

Al acto ha asistido el teniente de alcalde Jaume Asens, quien ante la atenta mirada de los más jóvenes, ha asegurado que el Ayuntamiento hace "todo lo posible" por tal de cumplir el objetivo que también se ha marcado el consistorio.



POSICIÓN MUNICIPAL

El pasado marzo, el equipo que lidera Ada Colau lanzó un ultimátum al Gobierno central para que cerrara el CIE en un plazo de dos meses y amenazó con llevar al Ministerio de Interior ante la Audiencia Nacional por incumplir el cese de la actividad. Pero el silencio por respuesta del Ejecutivo ya era la reacción que preveía el Ayuntamiento cuando hizo pública la reclamación.

"Si nosotros no lo conseguimos, esperamos que en futuro lo logréis vosotros por nosotros", ha asegurado Asens. El teniente de alcalde también ha explicado que la ciudad ante las instituciones estatales, europeas e internacionales la “expresión de solidaridad hacia las personas refugiadas que nos habéis expresado”.

DOCUMENTO DE VECINDAD

Asens también ha aprovechado el encuentro con los alumnos recordando que el gobierno mjnicipal ha impulsado un documento de vecindad para evitar que inmigrantes irregulares que viven en la ciudad ingresen en el CIE, que funciona en la práctica como una prisión, según él: "No nos quedaremos de brazos cruzados. No podemos mirar hacia otro lado. No podemos convivir impasiblemente con injusticias".

El año que viene, el discurso será muy diferente, ya que los más pequeños tendrán que decir la suya sobre los derechos de los animales y el futuro del Zoo.

 

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