Ambra fue al Punto de Información y Atención de la Mujer (PIAD) de Ciutat Vella y allí le mandaron a la Fundació Surt. Hoy presenta con otras supervivientes ‘Som nostres’ (Somos nuestras), una exposición que denuncia la discriminación de la violencia que padecen las mujeres en el mundo publicitario.
La pena de Ambra comenzó en el año 2014 con chantajes emocionales. Al principio se vio sola, muy sola y pasó de la vergüenza a la lucha. Una lucha compartida en la Fundació Surt. Como ella, un grupo de ocho mujeres, han sobrevivido al calvario de los malos tratos.
Hablar con Ambra recompone. Se considera una mujer libre. “Tengo que pensar lo que tengo, no lo que perdido”, dice Ambra en el estreno de la exposición. La maternidad fue motivo suficiente para dejar el miedo a un lado y volverse independiente de un trato que no le dignificaba. “Él tenía más dinero y quien tiene más dinero, tiene más poder”, explica Ambra, remarcando lo importante que es la independencia económica para una mujer.
“El machismo está normalizado. A los hombres se les argumenta su violencia y la mujer tiene que justificar por qué ha sido víctima. Ser víctima no es una vergüenza”. Las mujeres necesitan que les escuchemos y Metrópoli Abierta escucha a Ambra. Ella, que ahora tiene 41 años, una hija y un trabajo, ha ganado paz con un divorcio y fuerza con una ceguera que le ha enseñado a ver muchísimo el interior de las personas. Sus siete compañeras de la Fundació son su familia y con ellas, ayuda a dos mujeres que actualmente viven maltratadas por sus parejas. Esta compañía que se prestan de manera voluntaria, la dirige la psicóloga Anna Passarell. Unidas han creado un empoderamiento mutuo, se acompañan a los juicios y se informan sobre los recursos que el Estado ofrece a las mujeres maltratadas por sus parejas. “El maltrato viene por una creencia y es prácticamente imposible hacerlo cambiar”, asegura Passarell. Sin embargo, la psicóloga recalca la importancia que debe cobrar el tema en el ámbito educativo. Pese a la ley socialista para la Igualdad de Género del año 2007, pionera en Europa, 45 mujeres han sido asesinadas por sus parejas (y ex parejas) en los últimos once meses del 2017.
Ambra reclama que hayan más mujeres en la jurisprudencia e invita a todo el mundo a visitar la exposición publicitaria en el número 9 de la calle Blanqueria coorganizada con la Asociación Lápiz.
Una exposición inspirada en las cuatro estaciones del año. Cada cartel lo representan las mujeres supervivientes de la Fundació. El verano es la antítesis del canon de belleza; el invierno, oscuro, el maltrato normalizado; el otoño lo representa la mujer multitareas; la primavera, la mujer indecisa, acomplejada, la que se siente culpable y está a punto de cambiar su vida. La colección estará expuesta en el local hasta el día 31 de diciembre. Una exposición creada para combatir las violencias que padecen las mujeres por el hecho de ser mujeres y como denuncia al amor romántico. El tipo de amor perverso que denominan ‘Los Ovarios’, uno de los grupos de música que acompañaban el estreno de la exposición. Un trío musical femenino que expira sus letras con la misma normalidad con la que hablan en un bar y así parodian la realidad dura y perversa del amor mitificado y las características biológicas del sexo femenino que aún son tabú.
25 de noviembre, Día Internacional contra la Violencia de Género, cualquier persona maltratada por su pareja, puede cambiar su vida, salir adelante, perder el sentimiento de culpabilidad e incluso, con tiempo, volver a enamorarse.