La típica fotografía dando de comer a las palomas de la plaza de Catalunya tiene los días contados. El Ayuntamiento de Barcelona prohibirá a los comerciantes que quedan en la zona vender semillas para que los vecinos y los turistas las tiren a las aves. La prohibición ya funcionaba en toda la ciudad, a excepción de la plaza de Catalunya, donde la venta se permitía por tradición.

El consistorio ha tomado esta decisión porque la venta de pienso no favorece al control de la población de palomas. Sin embargo, la medida no ha sido bien recibida por los vendedores, que se quejan de que la negativa les acarreará importantes perdidas. Cada bolsa con vezas --aora una mezcla-- cuesta uno, dos o tres euros. Principalmente, las compran las familias de fuera de Europa.

Los comerciantes explican que el Ayuntamiento les informó de la prohibición el pasado 19 de diciembre. Próximamente, sólo podrán vender dulces y globos. “La venta de semillas fácilmente podía superar los 150 o 200 euros al mes”, dicen disgustados. Otros son más pesimistas y afirman que las pérdidas serán alrededor de la mitad de la facturación.

SIN ESTAR VIGENTE

El Ayuntamiento afirma que la prohibición no está en marcha. "Se quedó con ellos hablar después de fiestas", dice un portavoz municipal, que asegura que los vendedores no perderán la licencia y que el único producto que dejarán de despachar serán las semillas para las aves.

Curiosamente, la Ordenanza de tinencia de animales no prohíbe dar de comer a los animales en la vía pública, a excepción de los jabalíes, siempre que no haya una afectación para la salud. Es decir, que si una persona se lleva las semillas o el pienso de casa, puede dar de comer a las palomas, aunque cada vez hay menos personas que lo hagan, apuntan fuentes municipales.

Chiringuito de la plaza Catalunya, donde el Ayuntamiento prohibirá vender comida para palomas / J S



En Barcelona había en 2015 unas 85.000 palomas, según los últimos datos oficiales y a falta de conocer el censo que ha llevado a cabo el consistorio barcelonés, que podría situar la población en unas 110.000. Las palomas destacan por ser una especie con una alta tasa reproductiva, pero también por un alto índice de mortalidad de los ejemplares jóvenes.

40 DISPENSADORES ANTICONCEPTIVOS

En febrero del 2017, el Ayuntamiento empezó a instalar dispensadores de pienso anticonceptivo en distintos de puntos de la ciudad ante el incremento del número de palomas. En total se colocaron 40 dispensadores en jardines, plazas o calles de los 10 distritos de la ciudad. Con la medida implantada se espera que en 4 o 5 años, la reducción de población sea de un 70 u 80%. Fuentes municipales aseguran que, después de lo visto en otras urbes, este es el método más efectivo y ecológico para el control de estos animales.

Sin embargo, estos dispensadores no se instalaron en la plaza de Catalunya. Está previsto hacerlo a lo largo de este año. Con la decisión de prohibir la venta de pienso se quiere evitar que si los animales ingieren algún otro tipo de alimento las medidas anticonceptivas no sean efectivas.

A mediados de diciembre, la Agencia de Salut Pública de Barcelona capturó y eliminó a 923 palomas de la plaza ante el riesgo para la salud que podían suponer ante la instalación de la Feria de Consumo Responsable durante las fiestas de Navidad en la plaza. Estos animales pueden transmitir salmonelosis y acarrear problemas respiratorios, entre otras enfermedades. La medida ha sido muy criticaada por el Colegio de Abogados de Barcelona y distintas entidades animalistas, que han pedido abrir una investigación por la matanza. El periodista Siscu Baiges reflexionó hace unos días sobre este tema en una columna de opinión.

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