La matanza de 950 aves que hace unos días se llevó a cabo en la plaza Catalunya ha empezado a traer cola. La Comisión de Protección de los Derechos de los Animales del Colegio de Abogados de Barcelona y varias asociaciones protectoras de animales han denunciado al Ayuntamiento de Barcelona por haber permitido que dicha matanza se haya llevado a cabo contraviniendo la legalidad vigente.

Las entidades denunciantes, que forman parte del Consejo Municipal de la Convivencia, Defensa y Protección de los Animales, en el que también está representado el Ayuntamiento, consideran que el consistorio ha incumplido la Ley de Protección de Animales de Catalunya, que prohíbe provocar sufrimiento físico o psíquico a cualquier animal, y la que indica que para proceder a una actuaciòn como esa es preceptiva la declaración de la existencia de una plaga por parte del a Generalitat.

El Ayuntamiento, por su parte, defiende que la matanza de estas aves era inevitbale ya que se iba a instalar en la plaza una feria de Navidad en la que se reparte comida y las palomas podrían transmitir algunas enfermedades.

Eva Díaz, jurista y miembro de la Comisión de Protección de los Derechos de los Animales, asegura que “el Ayuntamiento incumple la legislación que obliga a que el control de los animales lo hagan preferentemente las asociaciones protectores de animales”. Además, afirma que “el propio Ayuntamiento, por medio de la Agència de Salut Pública, nos confirmó hace un año que no se iban a producir más matanzas como esta y que el control de las aves se iba a hacer por medio de la distribución de piensos anticonceptivos”.

REDUCCIÓN DE LA POBLACIÓN

Yolanda Vallbuena, de la Fundación Altarriba, denuncia que la forma de actuar del consistorio en este caso está fuera de la normativa y asegura que la argumentación hecha por los responsables municipales no se ajusta a la realidad: “Tenemos estudios elaborados por médicos del Institut Català de la Salut, que demuestran que es falso que exista un riesgo sanitario que justifique una masacre como la que se ha hecho. Según los médicos, se pueden trasmitir más enfermedades por comer pollo en esas paradas que por la presencia de las palomas”.

Además, Yolanda afirma que con el uso de los piensos anticonceptivos, “como se viene haciendo en muchas ciudades de Europa desde hace años, se reduce la población de palomas en un 24 % en apenas un año, y en un 60% en varios años. No hay que acudir a matanzas en las que se hace sufrir a los animales para controlar la población de aves”. Y considera que el método utilizado, el lanzamiento de redes, provoca que se capturen otro tipo de aves, “por lo que se pudieron matar aves que están especialmente protegidas”

CRITICAS AL SISTEMA

Desde el Colegio de Abogados se lanza también una severa crítica a la forma en que se llevan a cabo este tipo de mantanzas. “Se hace sufrir a los animales de manera terrible”, asegura Eva Díaz, “y luego se las remata con CO2”.

También cuestionan la política del Ayuntamiento en el tema del control de aves en ciudad, sobre todo el sistema de contratación de la empresa emcargada de llevar a cabo estas actuaciones, Columba Control. “Se nos aseguró que no se iban a contratar más empresas exterminadoras”, asegura Eva, “pero curiosamente se sigue haciendo y siempre a la misma, Columba Control. Le hemos pedido al Ayuntamiento que nos muestre los contratos que ha firmado con esa empresa, pero no hay manera de que nos los hagan llegar”.

Por eso, desde la Comisión de Protección de los Derechos de los Animales han pedido la apertura de un expediente para “investigar la vinculación de miembros de la Agència de Salut Pública y del Ayuntamiento de Barcelona con la empresa privada Columba Control para determinar las causas reales de la contratación sistemática del exterminio de palomas con esta empresa, contratación que vulnera la normativa referida”.

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