Cool y moderno para algunos, cutre y sucio para otros. Problemático a la par que bohemio. Así es el Raval, también conocido antiguamente como el Barrio Chino por su carácter marginal y pobre. Nadie se explica cómo un barrio puede ser tan amado y odiado a la vez. Pero lo cierto es que se trata de la zona más ecléctica de la ciudad y donde más diversidad –tanto de personas como de negocios– puedes encontrar.
Desde restaurantes mayúsculos y diáfanos de comida ecológica a cuchitriles oscuros y diminutos que venden shawarmas o tapas elaboradas con ingredientes de dudosa procedencia. Tanto comercios que venden carísimos objetos de diseño como tiendas de souvenirs Made in China. Desde turistas que llegan con sus maletas al hotel Barceló como buscavidas que llevan varios años habitando los bancos de la misma rambla donde se ubica el exclusivo alojamiento. Estos son algunos personajes que puedes identificar en “los bajos fondos de Barcelona”, como decía el periodista Paco Madrid.
TURISTA
Los guiris son graciosos por antonomasia. Sobre todo los que llegan al Raval por casualidad. Es decir, por equivocación. Entran a la Boqueria, sacan fotos, compran zumos naturales a precio de oro y salen contentos sin fijarse por dónde andan. Fluyendo, como un buen turista debe hacer. Hasta que, de repente, se ven en un callejón sin salida, poco iluminado, cochambroso, turbio y... antes de que sea demasiado tarde, recurren al amigo Google Maps (nunca falla) para volver a La Rambla. Eso si no le han robado el móvil antes, claro.
SKATER
Si hay un lugar fijo donde se juntan los amantes más fieles del skate este es el MACBA, Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona. Gente variopinta –jóvenes, mayores, estudiantes, extranjeros– se citan a cualquier hora del día para practicar sin importar los espectadores que haya. El MACBA es, además de museo, La Meca del skateboarding.
PAKISTANÍ
Y hablando de La Meca, los que no faltan en el Raval son los extranjeros que viven en él. Comunidad latina, europea, asiática pero, sobre todo, árabe. De hecho, el nombre de este barrio proviene de la lengua árabe y significa “extramuros o suburbios”. Los pakistaníes que habitan ahí dan vida al Raval: ya sea reunidos en las plazas como vendiendo en las pequeñas tiendas que salvan a más de uno porque abren hasta tarde. Incluso ofreciendo “cerveza beer” en la calle a altas horas de la madrugada. Han salvado a muchos.
ABUELO
Aunque parezca que el Raval se haya vuelto una zona picante donde solo conviven turistas y extranjeros, aún quedan autóctonos viviendo en la zona. Especialmente personas mayores entrañables que pasean por el barrio a su ritmo, ensimismadas. Van a comprar el periódico, a hacer la compra o a mirar las obras. Vida de barrio.
TRABAJADORA SEXUAL
La calle del Robador es el epicentro de la prostitución y del Barrio Chino barcelonés. Esta zona dio trabajo a varias mujeres cuando Barcelona aún se llamaba Barcino. Y sigue haciéndolo a día de hoy. No solo en esa calle, sino en varias.
CULTURETA
El Raval es una zona con una gran oferta cultural. Por eso no faltan las personas que se acercan a visitar las exposiciones y sacar unas fotos para que quede constancia, obviamente. Y no solo en las salas, porque en el Raval hay arte en todas partes.
SINTECHO
En Barcelona más de un millar de personas duermen todos los dían en las calles. Muchas de ellas en el Raval. Otras 2.000 personas lo hacen en albergues y recursos públicos y privados. Se trata de una situación crítica que en estos últimos años se ha intensificado. Además de eso, se suma otra problemática candente en el barrio: los narcopisos. Desde que el tráfico de drogas se extendió por las calles Reina Amàlia y En Roig (entre otras), el barrio se ha visto degradado en todos los sentidos. Es por eso que los vecinos siguen denunciando día tras día esta situación que supone la antesala de la gentrificación en el barrio.
ESTUDIANTE
Qué suerte aquellos que estudian en pleno centro de la ciudad. Universitarios de la UB y la Pompeu Fabra se desplazan con sus carpetas arriba y abajo por el barrio. Aunque no solo estudian, también viven la parte lúdica del Raval.
VEGGIE
Lo verde está de moda. En estos últimos años cada vez más personas han tomado conciencia sobre el medio ambiente y la necesidad de frenar el consumismo cárnico. Por esta alta demanda, varios restaurantes veganos o vegetarianos se han asentado en el Raval. Algunos no son vegetarianos estrictos pero disponen de opciones para ellos. Y triunfan. Ya sea porque hay muchos veganos convencidos por la zona o porque hay muchos hipsters que quieren mantener su dieta. La cuestión es que triunfan.
¿TÚ?
Sí, tú, tú. No mires hacia los lados. Porque si has llegado hasta aquí es porque conoces el Raval y te has paseado por sus calles. Has visitado el CCCB, has sacado una foto de los balcones con ropa tendida, de tu comida o de esas frases de moda enlatadas en la pared. Has tomado unas cañas en una de sus terrazas y has salido de fiesta por alguno de sus garitos. Seguro que te has fijado en estos personajes y quizá hasta te hayas sentido identificado con alguno. Es hora de admitirlo: el Raval es un barrio con encanto y bien concurrido.