Ada Colau ha intentado este lunes calmar los ánimos por su desplante al Rey y por las concentraciones en Via Laietana, a favor o en contra de la visita del monarca, y ha asegurado que el Mobile se celebrará en Barcelona en 2019. La alcaldesa ha dicho que nada ha cambiado. La ciudad tiene firmado un convenio con el GSMA, la patronal del sector de la telefonía móvil organizadora del congreso, "hasta 2013". Según Colau, la edición de este año, será un éxito. Las inscripciones van en aumento y ya superan las del año pasado. "Nadie lo ha cuestionado. Al contrario, todo el mundo ha expresado la convicción de que tiene que seguir en Barcelona, porque es uno de los hubs tecnológicos líder de Europa".

Las palabras de Colau han llegado un día después de que el Ejecutivo de Mariano Rajoy advirtiera este domingo de que los desplantes al Rey Felipe VI, protagonizados por Colau y el presidente del Parlament, Roger Torrent, ponían en peligro la continuidad del evento. Fuentes del gobierno llegaron a calificar la ausencia de los políticos catalanes en la recepción con el monarca de actos "mezquinos y sectarios".

En cualquier caso, la decisión final si el Mobile abandona la capital catalna la tomará el GSMA, que agrupa a 800 operadores de unas 300 empresas, y no el gobierno municipal. Ciudades como París, Milán, Berlín o Dubai son otras de las opciones que están sobre la mesa para albergar el Mobile World Congress (MWC) en un futuro.

DEFENDER LA CONSTITUCIÓN

Colau reconoce el momento político excepcional que se vive en Catalunya, pero opina "que el GSMA no se mete en política y lo que quiere es que el congreso funcione y sea un éxito", ha dicho en una entrevista a RAC 1. Sin embargo, ha añadido que los organizadores han manifestado en más de un ocasión que lo que quieren es que haya "estabildad y un clima de confianza". El último trimestre en Catalunya, con el referéndum del 1-O, las violentas cargas policiales, la Declaración Unilateral de Independencia y la posterior aplicación del artículo 255 de la Constitución, no ha sido nada positivo.

La alcaldesa ha desvelado que pudo hablar con el Rey poco antes de la cena y que en la conversación también estuvieron presentes la vicepresidenta del gobierno central, Soraya Saénz de Santamaria, y el delegado del Gobierno en Catalunya, Enric Millo. Colau ha explicado que le dijo al Rey que el gesto de no acudir a la recepción no era "nada personal" y que debía entender que la situación en Catalunya era difícil. Colau también ha asegurado que transmitió al monarca que su discurso del 3-O, dos días después del referendum, no gustó. La pimera edil de Barcelona trasladó al Rey que los catalanes esperaban un tono más conciliador y que el discurso no generó nada de empatía. A grandes rasgos, y muy educadamente, la respuesta del monarca fue que él estaba allí "para defender la Constitución".

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