La Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM) ha rechazado la solicitud de los manteros de registrar la marca Top Manta por "carecer de capacidad para ser percibida por el público como una marca, sino como una forma de venta ambulante o de venta en la calle, principalmente de productos de imitación o falsificación".

La oposición de esta firma se sustenta en las prohibiciones legales que no permiten que se registren marcas que sean contrarias a la ley, al orden público o a las buenas costumbres, así como las que puedan inducir al público a error, por ejemplo, sobre la naturaleza, la calidad o la procedencia geográfica del producto o servicio.

PIRATERÍA

Se trata de no legitimar comercialmente el nombre de una actividad delictiva que se basa en gran medida en la piratería y en la venta callejera de productos falsificados por parte de las mafias aprovechándose de las necesidades de las personas en riesgo de exclusión social y que merecen soluciones para obtener una vida más digna", ha manifestado Pepe Isern, socio de Isern Patentes y Marcas.

Para Isern, "es paradójico que quienes se dedican a actividades fuera de la ley comercializando con falsificaciones tengan sensibilidad para proteger una marca de posibles fraudes".

La negativa a registrar el nombre coincide con el nacimiento en Barcelona de Top Manta, la marca de “ropa legal hecha por gente ilegal”: Top Manta. A través de una campaña de crowdfunding, los manteros pretenden recaudar fondos suficientes para “mejorar las condiciones de vida del colectivo de vendedores y vendedoras ambulantes de Barcelona, así como la búsqueda de oportunidades de regularización y de trabajo”. Y es que en este caso no es ropa de imitación, sino diseños originales.

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