Máxima tensión en las calles del centro de Barcelona. Las concentraciones de protesta contra los encarcelamientos de Jordi Turull, Carme Forcadell, Josep Rull, Dolors Bassa y Raül Romeva han transcurrido con momentos de tensión en Barcelona en los alrededores de la Delegación del Gobierno central, en la calle de Mallorca. Los Mossos se han visto obligados a cargar para evitar que algunos manifestantes, que han lanzado botes de humo y pintura contra los agentes, se saltaran el cordón policial. Los Mossos también han disparado al aire para intentar disperar a los concentrados.
Centenares de personas se han concentrado en las calles cercanas a la Delegación del Gobierno central de Barcelona. Hasta allí tenían que llegar las distintas manifestaciones convocadas en la capital catalana en señal de protesta por la prisión sin fianza de los cuatro exconsellers y la expresidenta del Parlament, pero las entidades convocantes han desisitido de hacer el recorrido, ya que los Mossos habían acordonado la zona. Aún así, en las cercanías de la Delegación del Gobierno había muchos ciudadanos protestando.
GRITOS CONTRA LOS AGENTES
Los momentos de más tensión se han vivido de noche. Los Mossos han cargado para evitar que nadie superara su posición y se pudiera acercar al edificio de la Delegación del Gobierno. Durante los enfrentamientos 35 personas han resultado heridas, la gran mayoría leves. Quince personas fueron trasladadas a distintos centros sanitarios. Dos de la personas sufrieron heridas de distinta consideración, según el Sistema de Emergencias Médicas.
En esta ocasión, los Mossos ya no era la policía amiga. Algunos manifestantes les han increpado con gritos de "los Mossos también son fuerzas de ocupación" y que no merecían llevar la senyera que lucen en el uniforme. Además, algunos manifestantes han encendido bengalas, al grito de "viva Trapero" (en alusión al exjefe de la policía catalana, investigado por sedición por la supuesta pasividad de los Mossos a la hora de impedir el 1-O) o "vuestro consejero, está en prisión", en alusión a Joaquim Forn. Distintos concentrados han zarandeado las furgonetas policiales y han pintado con un espray en un vehículo de los Mossos d'Esquadra el lema "fuerzas de ocupación", junto al símbolo independentista de la estelada.
Aparte de estos momentos de tensión, las protestas por el encarcelamiento de los políticos independentistas se han desarrollado con total normalidad. Las manifestaciones se han concentrado en la Diagonal, a la altura del paseo de Gràcia, donde los manifestantes han cortado el tráfico, y en la plaza de Catalunya, donde se han congregado más de 10.000 personas.
La plaza del Cinc d'Oros se ha ido llenando de manifestantes, a partir de las siete de la tarde, convocados previamente por los Comités de Defensa de la República para protestar contra la prisión preventiva dictada por el juez Pablo Llarena. El lema de la concetración era: "Rompamos las cadenas de la represión". En este punto de la ciudad se han concentrado más de 2.000 personas.
Mientras tanto, otra manifestación se ha puesto en marcha en la plaza de Catalunya convocada por las entidades independentistas ANC y Òmnium Cultural. Los manifestantes querían dirigirse a la Delegación del Gobierno central en Catalunya para exigir la liberación de los dirigentes políticos y sociales encarcelados, pero finalmente se ha desistido.
FOTOS DEL REY QUEMADAS
Los gritos de "independencia y "libertad presos políticos" han sido los más escuchados en las concentraciones. Algunos de los manifestantes portaban carteles en los que se leían lemas como "Basta de 155" u "Obedecer un mandato político no es ningún delito". También se han pintado lazos amarillos en el suelo con espray. Otras personas han aprovechado la concentración para quemar fotos del Rey Felipe VI, mientras que decenas de concentrados utilizaban los utensilios de cocina traídos de casa para hacerlos repicar con fuerza en señal de protesta.
La protesta más madrugadora, hacia las seis de la tarde, ha sido la organizada por los Bomberos por la República en el Casinet de Hostafrancs. La multitudinaria asistencia ha desbordado las previsiones de los organizadors. Decenas de personas se han quedado fuera del Casinet sin poder entrar.
Turull, Romeva y Rull han sido trasladados esta misma tarde a la cárcel de Estremera, donde ya pasaron un mes y dos días en prisión preventiva, mientras que Forcadell y Bassa han sido conducidas a la prisión de Alcalá Meco. El delito de rebelión, del que les acusa el juez Llarena, puede suponer una condena de hasta 30 años de prisión.