El centro de Barcelona se ha convertido este domingo en una batalla campal entre Mossos y grupos de manifestantes que querían acceder a la Delegación del Gobierno central, en el Eixample. La tensión de las protestas por el arresto de Carles Puigdemont ha ido en aumento a lo largo de la tarde y ha explotado bien entrada la noche. Ha sido entonces cuando se han producido los incidentes más graves en torno a la Delegación del Gobierno, entre las calles de Mallorca y de Pau Claris, y algunas de las vías colindantes.
Barricadas, incendios, cargas policiales, persecuciones, porrazos, lanzamiento de todo tipo de objetos contra las fuerzas de seguridad, calles cortadas con mobiliario urbano... era la tónica dominante pasadas las diez de la noche. Las furgonetas de la Brigada Móvil de la policía autonómica se han ido abriendo paso por las vías del Eixample, entre ellas las de València y de Roger de Llúria, de las que bajaban grupos de agentes que cargaban con dureza contra los causantes de los destrozos.
Los enfrentamientos de este domingo recordaban los vividos en Barcelona durante las manifestaciones okupas de hace algunos años. El último caso de guerra callejera en la ciudad se vivió durante el desalojo del Banc Expropiat, en Gràcia, en mayo del 2016. La diferencia de entonces es que las imágenes de las protestas de Puigdemont darán la vuelta al mundo. Al cierre de esta edición había 92 heridos, la mayoría de carácter leve, y cuatro detenidos por un delito de atentado contra la autoridad. Los agentes han identificado a otros manifestantes, entre ellos un polícia autonómico fuera de servicio, han confirmado fuentes de los Mossos. 23 de los heridos son policías.
Las protestas frente a la Delegación del Gobierno se han iniciado a primera hora de la tarde. Los Mossos d'Esquadra han hecho un cordón de seguridad, a unos 60 metros de la sede gubernamental, para impedir el acceso de los manifestantes al edificio. Pasadas las seis de la tarde se han vivido los primeros momentos de tensión y enfrentamientos. Algunos concentrados han movido contenedores y las furgonetas de la policía autonómica, a la que también han lanzado huevos, pintura amarilla, potes de humo, disolvente y latas. Los agentes han respondido con golpes de porra y a la altura de la calle de València con Roger de Llúria se han producido algunas cargas.
Los forcejeos de manIfestantes con la policía han dado paso, a lo largo de la jornada, a momentos de calma tensa hasta que se producían nuevos enfrentamientos cuando los manifestantes intentaban mover la línea policial o contenedores. En algunas ocasiones, los agentes han disparado salvas para intentar disolver a algunos grupos de manifestantes. "Ni un paso atrás, "Libertad presos políticos" y "Vuestro conseller está en la cárcel", gritaban continuamente los concentrados, que también lanzaban consignas a favor de la huelga general. En una de las furgonetas de la policía, algunos manifestantes han pintado la palabra "cómplices".
AVISO POLICIAL
A través de las redes sociales, la policía autonómica ha advertido que "no se permite al acceso de la Delegación del Gobierno español, más allá de la línea marcada por el dispositivo policial. Si estáis por la zona, os pedimos que sigáis las indicaciones policiales", ha escrito el cuerpo de los Mossos en twitter. Casi nadie ha hecho caso del aviso.
Algunos de los momentos de mayor tensión se han vivido poco antes de las 20.00 horas. Los agentes han tomado la iniciativa y han cargado contra los manifestantes que tenían a poco menos de dos palmos y han abierto un espacio de unos tres metros entre los dos grupos. La policía también ha intervenido con contundencia para evitar que unos jóvenes independentistas cargaran con un contenedor que querían lanzar contra los agentes.
INCENDIO DE CONTENEDORES
Cerca de las diez de la noche, alrededor de un millar de personas continuaban manifestándose junto a la Delegación del Gobierno de Barcelona. La tensión y los enfrentamientos no cesaban. Al contrario iban en aumento. A esa hora, precisamente, se ha producido una actuación policial contundente en la confluencia de Roger de Llúria con València. Algunos manifestantes llamaban a la calma y a no tirar objetos contra los agentes.
Sin embargo, la situación ha empeorado y los incidentes se han ampliado a las calles adyacentes. Algunos grupos de manifestantes incendiaban contenedores, que colocaban en medio de la calzada, junto a más mobiliario urbano. Las cargas policiales y los porrazos se sucedían, al igual que el lazamiento de botellas y latas. Poco a poco, distintos grupos de manifestantes se han ido disolviendo.
Se han llegado a producir incidentes incluso en los Jardinets de Gràcia, donde dos turistas han recibido algún golpe que no merecían, y se han volcado contenedores en Diagonal con paseo de Gràcia, donde también se han producido algunas cargas. Al cierre de esta edición, algún centenar de personas continuaba concentrada en las cercanías de la Delegación del Gobierno.
El pasado viernes, tras el encarcelamiento del candidato a la presidencia de la Generalitat, Jordi Turull, el resto de exconsellers y la expresidenta del Parlament, Carme Forcadell, se produjeron incidentes y momentos de tensión entres los manifestantes y los Mossos d'Esquadra. Según el Sistema de Emergencias Médicas, en la concentración del viernes hubo 35 heridos. Un manifestante sufrió una lesión en el ojo durante las cargas de la policía.
UNAS 55.000 PERSONAS EN LA MARCHA
Paralelamente a la convocatoria de los Comités de Defensa de la República junto a la Delegación del Gobierno, unas 55.000 personas han participado este domingo en Barcelona en una manifestación contra el arresto y posterior encarcelamiento en Alemania del expresidente de la Generalitat impulsada por la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium.
La marcha se ha iniciado en el paseo de Gràcia, junto a la sede de la Comisión Europea, y se ha dirigido hasta el consulado alemán en la capital catalana, que se encuentra en la Vila Olímpica, junto a la Torre Mafre. La pancarta que ha encabezado la manifestación era "Libertad presos políticos". La protesta ha transcurrido por la Gran Via, la calle de la Marina hasta la Torre Mafre. La petición de la ANC y Òmnium era clara: "Pedimos que Alemania no extradite al presidente Carles Puigdemont".
NUMEROSOS POLÍTICOS
La presencia de representantes de partidos políticos y de entidades independentistas a la manifestación ha sido notable. Entre los asistentes se ha podido ver a Elsa Artadi, Laura Borràs y Quim Torra (JxCat); la presidenta del PDeCAT, Neus Munté; Ernest Maragall y Gerard Gómez del Moral (ERC); Carles Riera y Mireia Boya (CUP); el expresidente del Parlament Joan Rigol y Toni Castellà (Demòcrates); la nueva presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, y Marcel Mauri (Òmnium Cultural).
Los participantes en la protesta, que no han provocado problemas de orden público, enarbolaban banderas esteladas y pancartas con lemas como "Desobediencia civil" y lanzaban consignas en favor de la libertad de los presos políticos y del expresidente Puigdemont. También se han oído gritos a secundar una nueva huelga general y consignas como "Europa es una vergüenza".
El consulado alemán estaba protegido por algunas furgonetas de los Mossos d'Esquadra, aunque el despliegue policial era claramente inferior al que había junto a la Delegación del Gobierno. Algunos manifestantes han consegudo descolgar la bandera española y colgar una enseña independentista.
INICIO EN CANALETES
Ante de esta marcha, centenares de personas se han concentrado, pasadas las 15.00 horas, en la fuente de Canaletes, en la Rambla. En concreto, la convocatoria de Canaletes ha sido organizada por los Comités de Defensa de la República (CDR) con el lema "Contra la represión y hacia a la República. Huelga General". Hacia las cinco de la tarde, la mayoría de manifestantes se encontraban en el paseo de Gràcia, junto a la sede de la Comisión Europea en Barcelona. El número de participantes independentistas se ha ido incrementando conforme la marcha avanzaba por el paseo de Gràcia.