Destinar todos los recursos necesarios, de manera prioritaria, para evitar que ninguna persona duerma en la calle en Barcelona, poner en marcha un plan de choque basado en el Housing first (primero la vivienda) para abordar la situación de las personas sin techo y levantar un hotel para este colectivo. Estas son las principales reivindicaciones que los ciudadanos sin casa que están acampados en la plaza de Catalunya, desde hace dos meses, han hecho llegar a la alcaldesa Ada Colau.

El documento, registrado en el consistorio el pasado 4 de abril, se puede consultar en la web AcampadaxDrets que el colectivo ha puesto en marcha. Sobre el hotel, el colectivo pide "que sea el primer edificio construido por el nuevo operador municipal Habitatge Metròpolis Barcelona y que esté en el centro de la ciudad, donde estamos la mayoría de nosotros y los recursos [sociales] que utilizamos", dice el escrito. Al parecer, este tipo de equipamientos ya existen en el norte de Europa.

DUCHAS Y TRANSPORTE GRATUITO

Miki, un sevillano de 31 años, es el portavoz de la acampada. El joven explica que también han planteado al consistorio otras medidas "paliativas". Las más importantes son: poner a disposición de estas personas todas las camas disponibles en los equipamientos sociales, incluidas las que hay en los albergues de emergencia que únicamente abren durante las campañas de frío invernal; poder acceder a los servicios de ducha de gimnasios o piscinas municiales, tener derecho a viajar gratuitamente en el transporte público y poder entrar sin restricciones en los comedores sociales.

Un grupo de personas sin techo de la acampada se reunirá este jueves con representantes municipales, han confirmado ambos a Metrópoli Abierta. Pero, probablemente, de la reunión no saldrá ninguna propuesta concreta. "Se ha quedado con ellos para escucharlos. Los equipos de calle han hablado repetidamente con ellos. Han visitado la acampada para identificar situaciones de vulnerailidad y ofrecer atención", informan desde el Ayuntamiento.

En Barcelona hay 1.026 personas que cada noche duermen al raso, un 56% más que hace una década. Otras 1.954 pernoctan en pisos sociales o equipamientos públicos o de entidades. En total, en la capital catalana, cerca de 3.000 personas no tienen hogar. La presencia de colchones en las esquinas de las principales calles de la ciudad es notable, como relató Metrópoli Abierta hace unos días.

Fuentes municipales explican que la ciudad dispone de unas 2.200 plazas para las personas sin techo. Algunos de los equipamientos son muy nuevos, con habitaciones individuales que garantizan la privacidad. Pero todos están llenos. "Mientras siga cayendo gente en esta situación y otra llegando de fuera, estarán siempre llenos", añade el portavoz. 

PLAN DE CHOQUE

Una de las revindicaciones del colectivo de la plaza de Catalunya es poner en marcha un plan de choque basado en el Housing first, que consiste en ofrecer a las personas primero una vivivienda y después abordar la reinserción psicosocial y laboral con el acampañamiento de profesionales. Un 30 minuts de TV3, emitido el domingo, relataba el buen funcionamiento de esta política aplicada en Finlandia. 

Sin embargo, la realidad es más compleja y el éxito finlandés está basado también en la prevención, "la movilización de un gran parque de viviendas para fines sociales y una apuesta por cuidar a las personas más vulnerables de la sociedad, el reconocimiento del derecho a la vivienda de toda la ciudadanía, incluidas las personas con necesidades más complejas", escriben el profesor de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Pompeu Fabra Albert Sales y la antropóloga Laura Guijarro en el artículo Finlandia: soluciones para los sin techo más allá del Housing First.

En Barcelona, el Housing first se puso en marcha en tiempos del alcalde Xavier Trias por recomendación de la síndica de greuges de Barcelona, Maria Assumpció Vilà, aunque Arrels Fundació trabajaba en la misma dirección. Actualmente, en Barcelona hay 65 pisos que funcionan siguiendo esta política de atención social. Fuentes municiapales indican que el Housing first tiene que ser una política de país, no de ciudad, "orientada a personas con problemas muy complejos".

Desde el Ayuntamiento, se asegura que para que el Housing first sea efectivo "hay que proteger al resto de la sociedad de la pérdida de la vivienda". Y ahora mismo la lista de espera para acceder a un piso de emergencia social es tan alta que se hace difícil redirigir estas viviendas hacia el Housing first. Uno de los grandes problemas de Barcelona y otras grandes ciudades es la falta de vivienda a precios realmente asequibles.

"El diseño de estrategias integradas para combatir el sinhogarismo debe incluir servicios preventivos y de acceso a la vivienda, equipos de emergencia para situaciones sobrevenidas como los desahucios, modelos alternativos de vivienda como el cohousing y todo un rango de servicios de los que Housing First sólo sería uno más", argumentan Sales y Guijarro en el artículo citado anteriormente.

DESALOJO, ANTES DE SANT JORDI

A la espera de soluciones para el colectivo de personas sin techo en Barcelona, difíciles de conseguir a corto plazo, la acampada de la plaza de Catalunya --así como el campamento independentista colindante-- podría tener los días contados. La intención del Ayuntamiento es que que la plaza sea desalojada antes de Sant Jordi y así lo ha comunicado a los acampados, cuenta Miki.

Hace unos días, los servicios de limpieza, acompañados de la Guàrdia Urbana y de los servicios de emergencias sociales, ya llevaron a cabo trabajos de limpieza y salubridad en la plaza. La policía obligó a sacar las tiendas de la zona ajardinada y que se colocaran en los alrededores. Este miércoles,  Colau ha hablado de la acampada. La edii ve normal que haya protestas. "Forman parte de la vida democrática". Pero también ha advertido a estas personas que "no se pueden apropiar de la plaza. El espacio público es de todos".

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